El consejero delegado de Banco Mediolanum, Vittorio Colussi, visitó ayer Tenerife para reunirse con el equipo que coordina el desembarco de la entidad en las Islas. Tras la apertura de su primera oficina canaria en la capital tinerfeña, espera poder abrir una segunda para septiembre en Las Palmas de Gran Canaria. El interés de la empresa en el Archipiélago se explica, en parte, porque confía en las condiciones "interesantes" de la región para su desarrollo económico a medio y largo plazo. En este sentido, la consultora de Banca Personal, Samanta Sánchez, destacó el buen ritmo del turismo y adelantó que confía en que la actividad aún crezca más.

La entidad, que nació como red financiera en 1982 para convertirse en banco en 1997, presume de que ese último año ya tenía claro que internet terminaría por imponerse. "Mientras los otros bancos se atropellaban por comprar sucursales, nosotros apostábamos por la tecnología". Así, Colussi explica que el cierre masivo de oficinas bancarias en el país no se debe solo a la crisis. "Ya entonces era previsible que la evolución de la banca sería hacia las herramientas tecnológicas".

Con 715 asesores en España, el banco considera que puede crecer todavía hasta unos 3.500, por lo que su llegada a las Islas se inscribe en un proceso de expansión "que va poco a poco".

Colussi defiende la apuesta de la entidad por el cliente, en vez de centrarse en el producto. "No nos interesa vender, sino asesorar".

Así, defiende la conveniencia de la renta variable para los que tienen claro un objetivo a largo plazo y siempre en un marco de diversificación de la inversión. "No nos preocupa lo que pase los próximos días con el referendo de Grecia, sino que planificamos a más tiempo porque adivinar el futuro inmediato no es nuestro trabajo", aclara. En este sentido, Sánchez apunta que "asesorar compromete más que solo comercializar" y remarca el papel "clave" de los asesores para los clientes.