El silbo ha vuelto a ser protagonista en La Gomera con el III Encuentro con el Lenguaje Silbado, que finalizará hoy, organizado por el Cabildo de la Isla y la Asociación Hautacuperche. El evento cuenta con un jurado que valorará y nombrará a las parejas ganadoras de las dos modalidades creadas, como son un grupo de principiantes o de alumnos de primer año y otro de silbadores avanzados de más de un año.

Pequeños y mayores demostrarán al que asista al encuentro que el silbo gomero es el habla hecha sonido y una forma de comunicación única de una cultura como la gomera que, desde hace siglos, ha sabido convertir las modulaciones del silbo en palabras inteligibles, con el fin de emitir y recibir mensajes a larga distancia. Una forma de comunicación muy útil en una sociedad que habita espacios montañosos, por la dificultad que supone cubrir las distancias.

La Asociación Hautacuperche señala que "los primeros pobladores de este Archipiélago, bereberes procedentes del noroeste de África, fueron los que trajeron a las Islas el lenguaje silbado."

Añade que, a partir de entonces, los aborígenes canarios siguieron utilizando el silbo en sus actividades cotidianas y su práctica fue menguando por diferentes razones, hasta el punto de haber desaparecido de la mayoría de las islas, siendo La Gomera donde se concentra la práctica actual del silbo canario, con personas mayores que aún lo practican y con escolares que lo aprenden en clase.

Esta particular forma de comunicación ha supuesto también un motivo de orgullo e identidad para los gomeros, que han luchado por su conservación y revalorización, hasta el punto culminante de obtener la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco (30 de septiembre de 2009). Por esto, La Gomera es la isla del silbo.

Desde 1999, el Gobierno de Canarias introdujo el silbo como asignatura en las escuelas gomeras, manteniéndolo vivo y evitando su extinción.

El silbo gomero ha traspasado fronteras como es el caso de una canción inspirada en La Gomera, "Silbo", que ha cosechado un notable éxito en las listas francesas de música: "En la isla de La Gomera/se oye el silbo en eco./Entre dos montañas amarrado a las nubes,/un guanche silba para invitarte a cenar./De menú, un mojo picón que sube a los ojos./Y de nuevo un silbido para decirse/adiós".