"Los canarios tenemos muy adentro que un día tuvimos que salir fuera; por eso estamos muy sensibilizados con el drama de los refugiados que huyen de Siria". El alcalde de Santa María de Guía, Pedro Manuel Rodríguez Pérez, que también preside la Comisión de Solidaridad y Cooperación con los Pueblos de la Federación Canaria de Municipios (Fecam), resumió así el apoyo de los ayuntamientos a la red de ciudades de acogida. Esta propuesta, liderada por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, consiste en dar asilo a familias que han tenido que abandonar su hogar por culpa del conflicto armado y que intentan llegar a Europa a duras penas.

El reparto de refugiados se decidirá en instancias comunitarias, pero el Gobierno central tendrá que acordar con las comunidades cómo es la distribución. Por ese motivo, Pérez considera que "el Ejecutivo canario debe propiciar una mesa de trabajo donde estén presentes, además de los representantes municipales, las ONG". Ese encuentro, previsiblemente, no tardará en celebrarse.

La viceconsejera de Políticas Sociales y Vivienda del Gobierno de Canarias, Isabel Mena, dijo públicamente ayer que el Ejecutivo regional está dispuesto a acoger a todos los refugiados que sean necesarios y que tiene intención de convocar una reunión para hablar "con todas las organizaciones que conocen de cerca el problema y sentar las bases del sistema de acogida". Mena, además, aprovechó para instar al Estado a liderar "de forma rápida y efectiva" una política común, estableciendo cupos y protocolos de actuación. La responsable explicó que, por su experiencia en cuestiones de inmigración, Canarias es una de las comunidades autónomas mejor preparadas para hacer frente a este "drama humanitario", ya que cuenta con las infraestructuras, experiencia y protocolos, por lo que sabe lo que hay que hacer en casos como este que "han sobrecogido" a la sociedad española y canaria y ante la cual no se puede "mirar para otro lado".

"España tiene la obligación moral de acoger a una parte de estas personas, ya que debemos garantizar la protección de aquellos que huyen porque su vida corre peligro", agregó. Para cumplir con ese deber, Canarias reactivará en los próximos días partidas presupuestarias "que han existido siempre, pero cuyo uso había dejado de ser necesario, para atender a los refugiados que sean acogidos en las Islas".

El primer reparto europeo contemplaba que España asistiera a 2.739 personas, cifra que supone solo el 8,8% de las más de 31.000 personas que alcanzaron las costas canarias a bordo de cayucos, pateras o zodiacs durante 2006.

Un problema global

"Pretender que nosotros demos solución a eso es un poco loco, ni creo que sea lo que necesitan esas personas ahora mismo, que después de haber hecho lo que han hecho, les trasladen a una isla a 100 kilómetros de África donde tengan pocas posibilidades de empleo", explicó ayer la vicepresidenta segunda y consejera de Gobierno Abierto, Acción Social y Atención Ciudadana del Cabildo de Tenerife, Cristina Valido,

"Si tenemos que ayudar ayudaremos, tenemos experiencia, pero pensemos en lo que ellos necesitan y en por qué se han jugado la vida; lo que podemos ofrecer aquí a miles y miles de personas que están cruzando a diario es un poco absurdo". "Lo importante" es que se diseñe un plan de acogimiento, porque "no es un tema de distribuir personas, sino llevarlas allí donde se les puedan garantizar medios sanitarios y alimentación.