El Gobierno de Canarias ha acordado con el Ejecutivo central mejorar la financiación para incorporar nueva tecnología dirigida a potenciar el ahorro y la eficiencia energética en los ciclos de agua. Con esta medida, la Consejería de Economía e Industria espera reducir de forma sustancial el gasto energético que se emplea en el proceso de la desalación, que representa entre un 15% y un 20% de la demanda total eléctrica en las Islas, y de esta manera abaratar el precio del agua.

Este ha sido uno de los acuerdos alcanzados ayer en la reunión que el consejero Pedro Ortega mantuvo con una delegación del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), encabezada por su director general, Arturo Fernández, para analizar los criterios que deben prevalecer en las próximas convocatorias de eficiencia energética que se impulsen desde el IDAE. Junto a ellos, también participaron diversos operadores, concesionarios y representantes de las empresas desaladoras que operan en el Archipiélago.

Esta reunión se enmarca en los acuerdos alcanzados en julio entre las dos administraciones y tiene como fin "poner a disposición de los operadores una mejor financiación para avanzar en un uso más eficiente de los recursos energéticos de las Islas".

Como principal objetivo se sitúa el ahorro, ya que la desalación es uno de los procesos que más energía eléctrica consumen, y lograr así reducir su coste, pues el 40% total de producción que soportan estas instalaciones corresponde al energético.

"En un territorio como Canarias, donde el agua potable es un recurso escaso, su gestión integral exige de forma creciente más recursos energéticos para acciones como la captación de agua del acuífero o la desalación de agua de mar y salobres, por lo que es sumamente importante introducir tecnologías avanzadas que reduzcan el consumo", añadió el consejero.