Las aguas bajan turbias en UGT-Canarias. La dirección federal del sindicato ha decretado la suspensión cautelar de militancia de tres delegados, entre los que se encuentra el secretario general en Tenerife de la federación que agrupa los sectores del Transporte, el Comercio y el Juego (SMC-UGT), Juan Carlos Linares.

Los afectados son delegados sindicales en Titsa, la empresa pública de transportes del Cabildo de Tenerife. Uno de ellos, José Francisco González, enmarca lo sucedido en una "guerra de poder" en el seno de la organización que se prolonga, asegura, desde la elección de Linares al frente de la federación insular. El resultado de ese proceso electoral, sostiene González, no fue del agrado de la dirección regional de la Unión General de Trabajadores. "Desde entonces, no han dejado de buscar la forma de anularnos y de hacernos pasar por el aro", denuncia.

La decisión de apartarlos temporalmente del sindicato ha sido tomada tras una reunión de los delegados de Titsa en la que se adoptó un tono crítico con la dirección, consecuencia, a su vez, de los expedientes que habían sido abiertos previamente a Linares, Díaz y una tercera compañera. Según el segundo, la negativa de ceder parte de sus horas sindicales a un cargo de la organización y a asistir a un mitin del PSOE fueron la causa de esa sanción.

Por su parte, el secretario general de UGT-Canarias, Gustavo Santana, rechaza que la suspensión de militancia -dictada por la federación (organización nacional) del sindicato, que es quien tiene competencias para hacerlo- se deba a luchas internas, "porque en este momento no existe ningún tipo de guerra de poder".

Por el contrario, afirma que la situación "responde a un procedimiento interno porque se han detectado una serie de irregularidades". En concreto, Santana dice contar con "pruebas más que evidentes" de que los delegados suspendidos "estaban constituyendo un nuevo sindicato", algo que intentaban "desde hacía muchísimo tiempo" y "aprovechando los recursos de UGT para sus fines". "Me vi en la obligación de hacer una declaración jurada poniendo los hechos en conocimiento de la federación para que actuara", añade.

las claves

Horas sindicales. El primer expediente a Linares y González se debió, según el segundo, a su negativa a ceder parte de sus horas sindicales al nuevo secretario de Acción Sindical, así como a su rechazo a asistir a un mitin del Partido Socialista.

Imposición. Los delegados suspendidos denuncian falta de democracia interna en UGT y se quejan de las "imposiciones".

Pruebas. Por contra, Gustavo Santana asegura que hay pruebas del intento de crear una nueva organización y que fueron algunos de los delegados los que acudieron a él.

Tres meses. El proceso disciplinario lo lleva la federal de UGT y durará un máximo de tres meses.