Faltan pediatras, las consultas están saturadas y no se realiza prevención. El diagnóstico sobre la situación de la pediatría en Canarias no es alentador: la especialidad demanda recursos y reconocimiento social del profesional. Esa es la conclusión que se desprende del panorama expuesto ayer por Luis Ortigosa, presidente de la Sociedad Canaria de Pediatría, con motivo del día de la profesión.

Ortigosa explicó que el ocho de octubre es un día para "celebrar" y valorar los avances de los últimos años, pero que es imposible no analizar los retos que aún están por cumplir. A su juicio, hay que mejorar el número de niños por médico y dotar todos los puntos de atención de al menos un pediatra, para evitar así que esta responsabilidad recaiga sobre un médico de familia. Para Ortigosa uno de los aspectos más graves de la saturación de las consultas de pediatría en las Islas es que los médicos solo pueden dedicarse a curar y no pueden esforzarse en la prevención, una labor que ahorraría millones a la sanidad pública a medio y largo plazo.