Los administradores de fincas de Canarias celebran este fin de semana su primer encuentro regional en El Hierro, un emplazamiento simbólico por el significado que la Isla tiene en la sostenibilidad y la eficiencia energética, en las que estos profesionales tienen un papel clave, según la presidenta del Colegio de Santa Cruz de Tenerife, Carmen Suárez.

Los administradores de fincas han realizado en los últimos años una importante labor en temporales de lluvia o viento. ¿No se les ha reconocido lo suficiente?

El mérito de los bomberos, policías o militares es merecidamente reconocido, pero nosotros trabajamos con los propietarios de las viviendas, con la reconstrucción o la rehabilitación de edificios, de los garajes que quedaron inservibles, haciendo trámites con las compañías de seguros y el consorcio. No se nos ha tenido en cuenta. Que se conozca lo que hacemos también es nuestra labor.

¿Están preparados los edificios en Canarias para estos fenómenos meteorológicos adversos?

Para nada. Ni siquiera lo estamos para lluvias como las del pasado agosto. La construcción en Canarias deja mucho que desear en cuanto a la impermeabilización de los edificios, no solo los antiguos, sino los recientes.

¿Es una situación peor que la de otras regiones?

Sí, porque se construye de una forma distinta, con otros materiales.

¿Deberíamos cambiarlos?

Por supuesto. Ahora, con la eficiencia energética, en breve nos obligarán a cambiar. Las comunidades de propietarios tendremos que ser más eficientes, que cuando haga frío la calefacción no se nos vaya por las ventanas y que cuando haga mucho calor no se nos vaya el aire acondicionado.

¿Cómo se explica que las viviendas en las Islas no estén preparadas para el frío o el calor?

Con el cambio climático, en los últimos inviernos se ha notado más frío. Me llama la atención que toda la gente que conozco en La Laguna ya tenga una calefacción, portátil, porque las construcciones no están preparadas para una calefacción central, pero ya es impensable no tenerla si vives allí. También es impensable no tener aire acondicionado si vives en Santa Cruz.

Si los edificios no están preparados para fenómenos meteorológicos adversos, supongo que aún menos para una crisis sísmica o volcánica. En el encuentro que celebran cuentan con la presencia del representante de los administradores de fincas de Lorca.

Como han tenido la desgracia de haber vivido ese desastre natural (el terremoto de 2011), ellos ya tienen sus protocolos para actuar en estos desastres. Se dieron cuenta cuando sucedió que no estaban preparados.

¿Qué papel tienen los administradores de fincas en la eficiencia energética?

Tenemos que ver bastante. Debemos ir tendiendo hacia ese objetivo e ir cambiando las pinturas de las fachadas, las impermeabilizaciones de las cubiertas, de los bajantes. Cuando alquilas o vendes una vivienda debes tener un certificado energético. Nosotros somos la última letra, la G. Tenemos que ir subiendo, al menos a la B, y para eso queda muchísimo recorrido y mucha obra que hacer en las comunidades de propietarios. Ahí está nuestro papel.

¿Cómo se ve limitado ese trabajo por las condiciones socioeconómicas de los canarios?

Bastante. Solemos hacer unas previsiones de obras, sobre todo ahora que tenemos que llevar a cabo las ITE (inspecciones técnicas de edificios). Ahí ya nos dicen las prioridades para los edificios: lo primero es impermeabilizar; lo segundo, cambio de bajantes, etc. Lo ideal sería hacerlas todas de golpe, pues saldría más económico y quizás podrías obtener alguna subvención, pero la realidad no es esa: tienes que hacerlo de forma progresiva, según la marcha que te marquen la comunidad y los propietarios.

¿Cuál es el estado de la vivienda pública en comparación con la privada en cuanto a mantenimiento?

La vivienda pública está muy, muy abandonada. Hemos tenido reuniones con Viviendas Municipales y estamos pendientes de un encuentro con el director del Instituto Canario de la Vivienda, porque es algo que les preocupa muchísimo. Han sido muchos años en que no han hecho absolutamente nada de mantenimiento y ahora tienen problemas graves. En una comunidad privada tienes un proyecto y una organización de los trabajos de mantenimiento del inmueble, lo que no ha ocurrido con la vivienda pública. Esto no quiere decir que la vivienda privada sea perfecta; no lo es, porque muchas veces no se pueden acometer las obras por la morosidad. Una de las cosas que las comunidades deben llevar más al dedillo son las inspecciones de los ascensores. Industria ha advertido de que parará los ascensores que no pasen una inspección y no corrijan sus deficiencias en el plazo fijado. Las ITE deberían seguir el mismo mecanismo, para que los propietarios tomen conciencia de lo importante que es llevar un mantenimiento constante de los edificios.

¿Cincuenta años para pasar la ITE es demasiado?

Sí. Cualquier persona que no se dedique a la construcción sabe en qué estado se encuentra una tubería en 50 años. No puede ser. Hay demasiado miedo a que los edificios pasen la ITE. Solo es un examen. El ayuntamiento no va a decir que el edificio se tire abajo y que se vuelva a hacer. Si a los 25 años pasas el examen, a los 50 también lo harás si llevas un mantenimiento adecuado.