Empezó a llover tarde, coincidiendo con la salida de los colegios y se hizo de noche en Tenerife. El área metropolitana fue la más castigada por las copiosas e intensas precipitaciones, que trajeron a la memoria lo acaecido el 19 de octubre del año pasado.

En Santa Cruz de Tenerife se registraron unas cuarenta incidencias, la mayoría relacionadas con tapas de alcantarillas reventadas. También se produjo el desalojo de una vivienda en Los Campitos; cayó una piedra de grandes dimensiones en la autovía de San Andrés y otra en la calle Gabino Jiménez (Añaza) y hubo problemas de fluido eléctrico en varios semáforos. Entre lo más relevante, el derrumbe parcial del barranco entre Residencial Anaga y La Alegría, y se anegó el paso en la calle Picaflor (El Rosarito).

El ayuntamiento activó el Plan Municipal de Emergencias (PEMU) y se suspendieron todas las actividades programadas por la tarde.

En La Laguna, reinó el caos circulatorio, sobre todo en el ámbito del pulpo de Padre Anchieta, en la autopista TF-5 y en los accesos a la ciudad por este punto y en la antigua estación de guaguas de San Benito, cuyo puente fue cerrado tras inundarse.

En el Sur, lo más grave fue el cierre (entre los kilómetros cuatro y cinco) de la carretera entre Porís de Abona y Arico Viejo y de la calle Fuerteventura, en El Fraile (Arona), por desperfectos del firme, además de inundaciones en inmuebles de Los Cristianos y Playa de Las Américas (Arona), calles inundadas por desbordamientos de las alcantarillas en casi todo el Sur y Sureste, mientras que en el Suroeste la lluvia fue "suave" con un desprendimiento en la vía Tejina de Isora-Vera de Erques. Hoy no hay clases en los CEIP El Fraile y Parque la Reina y en el IES Guaza, de Arona.

La Palma vivió un día de invierno normalito, con 50 litros de agua por metro cuadrado (más intensos en Breña Alta) que causaron el cierre del acceso a La Caldera por Los Bresitos.