El Servicio de Inspección de la Universidad de La Laguna (ULL) inició cinco expedientes por denuncias de acoso sexual o sexista durante el curso pasado. Cuatro de ellos ya se han resuelto y uno está en proceso de peritaje.

Estos datos se desprenden de la memoria que el servicio presentó ayer ante el Consejo de Gobierno del centro académico. En el texto se especifican también las actuaciones tomadas para acabar con estas situaciones: desde prohibir la entrada del denunciado al lugar de trabajo, pasando por trasladar a la víctima de centro y cambiarla de grupo de prácticas hasta amonestar al culpable.

La Unidad de Igualdad de Género la ULL, dirigida por Sara García, impulsó el Protocolo de Acosos Sexual y Sexista a para proteger a víctimas de agresiones sexuales hace más de un año, pero también para erradicar otras formas más camufladas de intimidación. La herramienta fue aprobada en diciembre de 2014, también por el Consejo de Gobierno. La memoria de Inspección, a pesar de tener carácter anual, solo es un reflejo de lo ocurrido durante el segundo cuatrimestre del curso, ya que el rector anterior aprobó el plan de inspección el 15 de diciembre de 2014. El documento, que abarca todas las infracciones cometidas y no solo los casos de acoso, revela que los alumnos fueron los que más denuncias presentaron (26 casos) en comparación con docentes y personal de administración y servicios. En total, el servicio archivó 22 supuestos y propuso incoar dos expedientes disciplinarios por faltas muy graves y seis por faltas leves. Además de quedar aún 22 expedientes en proceso de ejecución, se decidió remitir uno al Ministerio Fiscal. El 47% de las quejas son por incumplimiento de tareas, el 25% por comportamientos inadecuados y el 28% por supuestas faltas administrativas o penales.