La industria del Archipiélago se encuentra en plena redefinición de sus objetivos para el futuro más cercano, alterados por una crisis de la que el sector parece estar ya saliendo. El presidente de la Asociación Industrial de Canarias (Asinca), Eugenio Castillo, apunta hacia las energías renovables y la digitalización como las actividades que deben sustentar el crecimiento de las industrias en la región y, aunque valora las primeras gestiones del nuevo Gobierno regional, le pide que simplifique la normativa y facilite el acceso de las empresas al suelo.

¿El sector industrial se está recuperando de la crisis?

Ya en el año 2014 la participación de la industria en el producto interior bruto creció un 0,8%. Es un buen dato. La tendencia en el actual ejercicio también es de crecimiento. Creo que terminará con un aumento incluso por encima de esa cifra, del 2%, lo que sería un gran éxito.

¿Qué participación sería la deseable?

La industria y la energía representan ahora mismo el 8% del PIB. La Estrategia de Desarrollo Industrial recoge que el objetivo es llegar al 10% en 2020. Es complicado, porque estamos muy cerca de esa fecha, pero a ver si lo logramos. Para ello tenemos que poner nuevas industrias. Apostamos por las energías renovables, la valorización de residuos y todo lo relacionado con las nuevas tecnologías, sobre todo aplicar lo que se ha llamado la nueva revolución industrial del 4.0: la digitalización de la industria. Ese es el enfoque de los próximos años.

¿Qué le parecen los primeros pasos que ha dado el nuevo Gobierno de Canarias?

Muy acertados. Además, el consejero de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento es un hombre con un conocimiento muy importante del sector. Se están tomando decisiones muy interesantes. Una, muy reciente, es el decreto de aire propanado para la producción de energía, no solo del sector industrial, sino también del hotelero. También se intenta desbloquear con el Gobierno de la nación la instalación de la energía eólica, que estaba parada en Canarias...

El Gobierno ha anunciado una revisión de la Estrategia de Desarrollo Industrial. ¿Han participado en ese proceso?

Por supuesto. Ya lo hicimos en 2009, cuando fue aprobada por unanimidad en el Parlamento. Estábamos en plena crisis y al final no cuajó como hubiésemos deseado y quedó bastante descafeinada. Una de las consejerías más afectadas por los recortes fue la de Industria. Ahora lo estamos retomando todo para hacer una revisión completa bajo cuestionarios más estrictos y una visión quizá más realista del sector industrial.

¿Cuáles son las expectativas de crecimiento del empleo?

El sector tiene unos 34.000 empleos, en su mayoría altamente cualificados, de carácter fijo y con un alto coste salarial. Pretendemos mantener diversos crecimientos en lo ya existente como en las futuras actividades. Eso es lo que tiene que dar un nuevo empleo industrial, con una mayor cualificación. Es difícil cuantificar la expectativa de crecimiento, porque irá en función de las inversiones. Lo ideal sería que el empleo creciera tanto como la aportación al PIB, aunque normalmente se produce un retardo. Pero estamos en la línea.

¿Es la escasez de suelo industrial uno de los problemas del sector en las Islas?

No es cuestión de falta de suelo industrial, sino de falta de suelo en general y, luego, que el industrial sea el adecuado. Polígonos industriales hay muchos, pero tienen serias deficiencias en todos los aspectos: infraestructuras, accesos, el propio precio del suelo industrial, que es desorbitado, cuando en otras comunidades autónomas casi se regala para que se invierta y se cree empleo. En Canarias tenemos grandes dificultades y la normativa es tremenda en cuanto a la posibilidad de generar terreno industrial. Por otro lado, hay una normativa medioambiental extensa, confusa, profusa y difusa, que hace aún más difícil la posibilidad de invertir de forma razonable y con crecimientos rápidos.

El Gobierno se ha propuesto simplificar esa normativa.

Hay que agilizar, actualizar y revisar la Cotmac, que ha sido un elemento de estrangulamiento del desarrollo en general. No abogamos por que sean inversiones locas en terrenos protegidos. Estamos hablando de suelos que ya son industriales. Han ocurrido cosas disparatadas, que uno no entiende: a una empresa ubicada en un polígono industrial de Tenerife le pararon la ampliación de la nave porque allí vivía un escarabajo protegido. ¿Cómo es que el escarabajo vivía ahí? Viviría antes, porque el polígono ya estaba hecho.

Gas y energías limpias, compatibles y necesarios

El argumento de que la instalación de regasificadoras frenaría el desarrollo de las energías renovables en el Archipiélago es "bastante simple", a juicio del presidente de la Asociación Industrial de Canarias. Eugenio Castilla -quien, no obstante, expresa su "respeto" hacia quienes mantienen esta posición- sostiene que ambas fuentes de generación energética son "compatibles y necesarias". En cuanto al gas natural, destaca que reduciría el coste de la producción entre un 30% y un 40% -de lo que no solo se beneficiaría Canarias, sino todo el país-, mientras que las emisiones a la atmósfera disminuirían alrededor de un 20%. "Eso no significa -matiza- que no sigamos trabajando en las energías renovables, que es nuestro deber".