Marlene Martín es abogada y ha formado parte del equipo directivo del Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife. Ha ejercido como jefa del turno de oficio, un puesto clave en dicho organismo. Ahora ha dado un paso adelante para optar a decana, con una apuesta por la juventud, la eficacia y la transparencia.

¿Qué la impulsa a presentarse a las elecciones?

No fue un impulso. Fue una decisión meditada, con responsabilidad y coherencia. Ver a los abogados jóvenes, su preparación, dinamismo, vocación de trabajo y servicio, y plantearme que eso se perdía, me hizo decidirme. No podía quedarme de brazos cruzados ante la posibilidad de retroceso en mi colegio.

¿Cuáles son las principales líneas de su programa?

La línea principal es la transformación del colegio en un centro de servicios para el abogado, garantizando la excelencia en todas las prestaciones; la formación de los letrados y letradas; apoyo técnico a todos los colegiados e implicándose como fuente de generación de recursos, con el objetivo básico de la defensa de los intereses profesionales de los abogados. Deben hacerse campañas de publicidad para concienciar a la ciudadanía de la importancia de los abogados y la necesidad de acudir a ellos. Fomentaremos las ayudas a los letrados para impulsar el inicio de la actividad o para problemas puntuales de tesorería. Dadas las condiciones tributarias de nuestro territorio, hay que establecer vínculos nacionales e internacionales para que los abogados tengan clientes de otras zonas de España o extranjeros, a través del networking. Se continuará en la lucha por un modelo de justicia gratuita que reconozca la labor de los letrados como se merece, tanto en su actividad diaria como económica y la creación de un servicio de reclamación de honorarios profesionales.

¿Qué ha supuesto para usted formar parte del equipo directivo en los últimos años?

Es un orgullo, y más en el área tan compleja cuya gestión se me encomendó. Muchas horas de trabajo y dedicación, en las que he sido copartícipe directa en la toma de decisiones, en la evolución de la institución para estar más cerca de la realidad. Nos hemos convertido en abanderados de la defensa de la profesión, de los derechos fundamentales, de la supresión de las tasas judiciales, de la defensa del turno de oficio, tanto por las huelgas convocadas, como por la acción judicial frente a los graves recortes económicos sufridos. El estar disponible para los compañeros cada vez que me llamaban ha implicado el conocimiento personal de los abogados y la realidad en la que nos desenvolvemos. Los servicios del colegio han ido mejorando día a día y esto se consigue siendo constante en el trabajo diario.

¿La lucha por recuperar los honorarios de los abogados del turno de oficio ha sido su mayor logro?

Ha sido un gran éxito, pero el mejor logro fue facilitar la unión del colectivo, que todos los abogados conocieran los recortes unilaterales que impuso la Administración y apoyaran en bloque la decisión de litigar contra la misma. Esa unión es la que permitió que entrásemos en esa batalla con fuerza y contundencia, y, debido a la actitud de la administración frente al cumplimiento de la sentencia, la batalla continuará. También me siento orgullosa de la calidad del trabajo de los letrados, así como por la transparencia absoluta en el reparto de asuntos y guardias, así como la justicia en las sustituciones, cuyo sistema se fijó por esta junta, siendo las listas públicas, pudiendo cualquier letrado acceder a ellas.

¿No cree que algunos ven en usted la continuación del modelo existente hasta ahora?

Presentar un modelo que prime el servicio al abogado, con garantía de excelencia, y que vuelque su esfuerzo creativo en medios y herramientas, no tiene nada de continuista. Hay que procurar que el abogado tenga las herramientas para lograr un adecuado criterio de interpretación de la ley. No es el momento de que los letrados trabajen para el colegio, sino todo lo contrario.

¿A qué se refiere cuando dice que "somos abogados independientes"?

La independencia va implícita en el hecho de ser abogado, pero además sin compromisos, ni vinculaciones a determinados poderes, que puedan influir en la defensa de los abogados por el ejercicio del día a día. Esa libertad nos permitirá dirigirnos y actuar ante cualquier institución sin compromisos adquiridos.

Apuesta por los abogados del Norte y del Sur.

No es apuesta. Es dar voz directa en la Junta de Gobierno, que sean los canales de comunicación y dar respuesta a sus demandas diarias. Hemos logrado una sede física, de la que carecían hasta la fecha. Que ahora no deban desplazarse hasta Santa Cruz para realizar los trámites cotidianos ha sido un avance. Pero hay que llevar hasta ellas formación y actividades. De no hacerlo, sí que se generaría una carencia en la calidad del servicio.

¿Qué comportamientos han ido contra los principios éticos de la actividad en el colegio?

Que yo sepa, ninguno. En 25 años hemos pasado de la máquina de escribir a presentar los escritos vía telemática al Juzgado a partir del próximo 1 de enero. Esa transformación tiene que plasmarse también en el conocimiento de lo que pasa en el día a día en la gestión del colegio. Y no somos máquinas, ni centralitas, sino personas y toda gestión debe ir presidida por el respeto a principios éticos.

¿Qué funciones del colegio deben mejorar su eficacia?

La primera es que no se puede estar en el 2015 en una institución de derecho público sin que haya un programa de gestión de calidad. No puede ser que se lleven libros de registros escritos a mano, ni que se obligue a los letrados a ir personalmente al colegio. Tenemos que conseguir que, con los mismos medios humanos, que son personas incluso volcadas afectivamente al colegio, los recursos económicos de los que disponemos y los medios técnicos que casi mes a mes van cambiando, obtengamos la mejor gestión posible. No es aumentar presupuesto o la plantilla, es que una empresa de gestión de la calidad nos diga cómo podemos llegar más allá con los medios que ya tenemos.

¿Es verdad qué usted es la candidata del hasta ahora decano?

No. Al actual decano le comuniqué mi decisión de presentarme cuando ya tenía casi el equipo formado y el programa casi terminado. Le garantizo que esta candidatura es absolutamente independiente, y sin ningún tipo de tutela. Eso sí, necesito sumar todos los votos posibles, incluido evidentemente el del actual decano, al que por supuesto se lo he pedido, así como a otros integrantes de la junta que no se presentan en ninguna plancha.