El exdirigente de CC José Carlos Mauricio ha achacado a una "persecución" contra su persona las acusaciones que le han obligado a comparecer hoy ante los juzgados de Las Palmas de Gran Canaria como imputado en un delito de falsedad en un contrato de una trabajadora extranjera que luego fue utilizado para regularizar su situación en España.

Mauricio ha alegado como indicios de esa persecución la "desproporción" de los medios empleados en investigar su presunto delito, que llevó a establecer vigilancia policial durante días a las puertas de la oficina de una empresa de su propiedad, y la aparición temprana de alusiones a esas pesquisas en medios de comunicación.

El político nacionalista, que fue consejero del Gobierno de Canarias, ha hecho estas declaraciones a preguntas de periodistas al ir a prestar declaración en el Juzgado de Instrucción número 8 de Las Palmas de Gran Canaria y ha subrayado que, tras la referida investigación, que ha generado 400 folios de documentación, solo podría acusársele de una infracción menor.

Ya que, aunque al comenzar las actuaciones en su contra se especuló con que podría achacársele algún delito más grave, actualmente solo se le podría acusar de "un hecho mínimo, que ocurre aquí todos los días", y que es la presunta contratación falsa de una extranjera, ha argumentado.

Mauricio ha destacado que eso implica que, como mucho, se expone a una condena que consistiría, "en un supuesto de culpabilidad, en una sanción que puede llegar a 10.000 euros" de cuantía, conforme a lo previsto en el Código Penal.

A su juicio, la cantidad de medios destinados a investigarle obedece a que "deben ser que estaban buscando otra cosa" que pudieran imputarle. Por ello, ha apuntado que podría ser "algo de dinero negro o de blanqueo de capitales".

"Algo raro tenían que buscar, porque dedicar tanta Policía, tanta inspección, tantos estudios, tantas horas de investigación a este hecho", la falsedad en un contrato a una extranjera, no parece lógica, ha expuesto.

Además, ha negado que haya cometido siquiera el referido delito de falsedad, relatando que los hechos investigados consisten en que él dio empleo a una mujer cubana novia de un conocido porque lo necesitaba y ella "aprovechó el contrato para pedir el permiso de residencia que llevaba pidiendo hacía mucho tiempo" en España, pero desarrollando el trabajo que tenía encomendado.

"Ahora la acusación se basa en que trabajó poco, de forma esporádica, que no ha trabajado bien y que, por tanto, el contrato es ficticio, que está hecho solo para la búsqueda de la residencia", pero "yo voy a demostrar hoy, porque creo que este juez que me ha tocado es un hombre muy serio, que sí que hizo el trabajo", ha sostenido.

El político retirado ha insistido, en todo caso, en que lo importante de este asunto es que se trata de "una cosa absolutamente desproporcionada, porque, por mucho que rebusquen, no hay otro hecho que este, si la señora cubana trabajó o no trabajó".

Y ha agregado que "uno se pregunta por qué este despropósito, esta exageración, y, además, cómo se ha montado un expediente de 400 páginas al que han dedicado más de veinte personas, con requerimientos internacionales y servicios de vigilancia, para un hecho que se podía haber resuelto en cinco minutos o en media hora", requiriendo pruebas de que se había cumplido con el contrato.

Por todo ello, ha opinado que "todo esto es producto de mentes calenturientas, un absoluto despropósito" originado por un deseo de hacerle daño de personas que no ha querido identificar pero que ha afirmado que se han valido de "una conexión entre un sector mediático y un sector judicial", y ha dado entender que cualquiera que examine lo ocurrido llegará a la misma conclusión.

Mauricio ha recalcado, en la misma línea, que actualmente ni siquiera existe contra él una acusación firme, ya que el juez deberá transmitir la opinión que tenga sobre los hechos tras oír su declaración al fiscal para que este decida si le imputa o no alguna ilegalidad.