No todos los centros de enseñanza son tan reticentes a evaluar a sus profesionales. La Universidad de La Laguna (ULL) ha decidido continuar el próximo año con la evaluación del profesorado a través de los mecanismos existentes -plan Docentia- pero, además, desarrollará "herramientas más eficaces" que "permitan discriminar claramente entre profesores excelentes, favorables y no favorables". Se trata de uno de los objetivos recogidos en el documento de directrices presupuestarias para 2016, presentado ayer en el Consejo de Gobierno de la institución, que aborda las líneas de actuación durante un ejercicio marcado por la "contención" presupuestaria.

Además, la dirección de la ULL ha incluido entre sus objetivos para el año próximo un plan de motivación del personal docente e investigador, una iniciativa que concuerda con las líneas prioritarias del programa electoral del actual rector, Antonio Martinón, que durante la campaña repitió en numerosas ocasiones la necesidad de "reilusionar" al personal.

Esta "mirada" hacia el profesorado incluye también el diseño de un programa formativo que busca cumplir una doble función: por un lado, "atender las necesidades del profesorado novel" y, por otro, prestar atención al profesorado con una amplia experiencia, "diversificando las acciones formativas para adaptarlas a la carrera" profesional.

Para lograr que el personal se involucre más en todos los propósitos del rector y su equipo, también se contempla como urgencia la "mejora del encargo docente". Dentro de este apartado se incluye la adecuación de la modificación de los reglamentos de trabajo de fin de grado y de fin de máster, el control de la responsabilidad de cada profesor en prácticas externas y la sostenibilidad de la carga docente en centros alejados.

Esta ambiciosa apuesta por actualizar y motivar a los profesores vendrá acompañada de una planificación de las necesidades de personal. Se hará un análisis del envejecimiento de la plantilla , se elaborará un calendario de sustituciones por jubilación y se adaptará el cronograma de contratación al calendario académico para evitar que el curso comience con vacantes sin cubrir. Como novedad, el centro académico plantea en sus directrices la creación del Plan Concilia ULL, que tiene como fin articular medidas que permitan compaginar la vida laboral y la familiar de los trabajadores de la Universidad. Este plan es fruto de la Ley Canaria de Igualdad y del interés puesto por parte de la Unidad de Igualdad de la ULL, que en su último informe (2014) subrayó que la crisis había generado un retroceso en lo relacionado con los reconocimientos de los derechos laborales de conciliación, "no tanto por la desaparición de derechos ya reconocidos en los marcos legislativos laborales, sino por la modificación en la aplicación de algunos de esos derechos fruto de las transformaciones que se han producido después del estallido de la crisis en el marco de las relaciones laborales".

El informe destacaba que el alumnado también es beneficiario de muchos de esos derechos, aunque tampoco haga uso generalmente de ellos.

Objetivos para el próximo año

Entre los aspectos destacables de las directrices presupuestarias -a pesar del estrecho margen financiero- están promover la incorporación del personal de la Universidad a grupos activos de investigación y aumentar su productividad; realizar una planificación financiera del mantenimiento de la infraestructura científica y el acceso a fondos privados; implementar políticas de contratación de profesorado joven; desplegar actuaciones de la Escuela de Doctorado y Estudios de Posgrado; apoyar los procesos de renovación de la acreditación de las titulaciones; diseñar una política específica para la docencia en línea; y potenciar la internacionalización de la ULL, entre otros retos.