El pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife tiene previsto aprobar este viernes una moción institucional en la que insta al Gobierno de Canarias a modificar la Ley de Protección de los Animales para que incluya entre otras acciones, el "sacrificio cero" de animales domésticos.

Esta propuesta se hará extensiva al resto de administraciones locales e insulares, colegios de veterinarios, protectoras de animales y colectivos del sector, informa el Ayuntamiento de la capital tinerfeña en un comunicado.

El texto, presentado por el Grupo de Gobierno (CC y PP) con el visto bueno de todos los grupos políticos, aboga por plantear las excepciones aceptadas por los sectores implicados, como la enfermedad o animales potencialmente peligrosos que hayan causado daños, y reclama adoptar medidas para el control de cría y venta, y actualizar las medidas de inspección y el catálogo de infracciones y sanciones en la materia.

Recuerda el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife que junto a los de La Laguna, El Rosario y Tegueste, mantiene un convenio de colaboración, con la Federación Canaria de Animales y Plantas para la gestión de animales abandonados en el refugio Valle Colino, donde reciben atención hasta recibir un nuevo hogar.

Se mantiene una inversión anual de unos 150.000 euros, que permite dar cobijo y atención a unos 3.870 ejemplares.

Santa Cruz de Tenerife defiende una mayor calidad de vida, no sólo de los ciudadanos, sino de sus mascotas, como prueban los distintos planes previstos para este mandato, como la ubicación de parques específicos para mascotas y otra serie de actividades, adaptadas a un municipio de 206.000 habitantes con más de 40.000 mascotas censadas.

En Canarias la ley de protección de los animales establece las normas para la protección de los animales domésticos y la regulación específica de los animales de compañía y en su artículo 16 señala que la administración o las asociaciones protectoras que recojan animales presuntamente abandonados, deberán retenerlos para tratar de localizar a su dueño durante, al menos, diez días antes de poder proceder a su apropiación, cesión a un tercero o sacrificio.

Los colegios de veterinarios y las asociaciones protectoras abogan por eliminar esta posibilidad de sacrificio y apuntan a otros caminos, como el mayor control de la cría de mascotas para la venta y las campañas de esterilización preventiva.