Está a punto de cumplir 50 años ayudando a las personas con discapacidad intelectual y sigue poniendo las luces largas con la intención de atender las nuevas demandas que han surgido ante el desarrollo de la ciencia. Aspronte nació en 1966 para dar respuesta a las necesidades de las familias de entonces. Hoy, ese objetivo sigue siendo su seña de identidad. Por eso, uno de los retos que se han marcado es construir una residencia en la sede de la asociación, en la santacrucera calle de La Salle, que pueda acoger a sus usuarios más mayores cuando sus padres ya no están para cuidar de ellos. "La investigación sanitaria ha avanzado mucho y la esperanza de vida de las personas con discapacidad intelectual ha crecido. Eso es fantástico, pero ha abierto otra incertidumbre para las familias: ¿quién se encargará de sus hijos cuando ellos no estén?"

Esta duda, planteada por Víctor García, gerente de Aspronte, ha llevado a la asociación a centrar todos sus esfuerzos en esta iniciativa. Mientras tanto, continúan llevando a cabo una labor diaria en el colegio de educación especial, el centro de día y otro centro que tienen en el valle de La Orotava. En total, atienden a más de 150 personas. Tanto el gerente como el presidente reconocen que la crisis ha tenido un efecto considerable en todos los servicios sociales; también en aquellos que se dedican a atender a las personas con discapacidad. Aun así son optimistas. Consideran que el camino recorrido hasta que estalló la burbuja inmobiliaria fue intenso y fructífero. Ahora que las administraciones públicas empiezan a hablar de recuperación creen que ha llegado el momento de dar otro empujón. "Hoy hay muchas más medidas y asociaciones que batallan por la inclusión social que hace unos años. Eso es muy importante, aunque aún queda camino por recorrer", explica el presidente de la organización, Juan Arroyo.

Los representantes de Aspronte, organización sin ánimo de lucro declarada de Utilidad Pública, se reunieron esta semana con la editora y directora de EL DÍA, Mercedes Rodríguez, a quien detallaron las distintas actuaciones que la entidad desarrolla desde hace casi cinco décadas en la isla de Tenerife.

Equinoterapia

Uno de los proyectos más recientes llevados a cabo por Aspronte es uno sobre equinoterapia. Para poder ofrecer este servicio a sesenta personas, la entidad organizó una campaña de crowdfunding en colaboración con el Cabildo de Tenerife. Con 250 aportaciones y más de once empresas colaboradoras, consiguió recaudar 4.740 euros para realizar la terapia con caballos. El curso se prolongará durante unos ocho meses en unas instalaciones cercanas al aeropuerto de Tenerife Norte.

Recursos específicos para mayores de 65

Cuando la residencia de Aspronte esté lista, con doce plazas como mínimo, será la primera que exista en suelo urbano en Tenerife. Este hecho es un ejemplo más de la lucha por la inclusión. Los centros de empleo o las residencias no pueden estar en el extrarradio si de verdad queremos hablar de inclusión, explican sus responsables. "Además, nosotros tenemos la suerte de contar con estos espacios en pleno centro de Santa Cruz. ¡Qué mejor lugar para hacerlo que este!", explica García.