El proceso de descentralización de competencias que ha emprendido el Gobierno regional dio ayer un nuevo paso con la reunión entre el consejero de Presidencia, Justicia e Igualdad, Aarón Afonso, y los presidentes de los cabildos. El Ejecutivo y las corporaciones insulares acordaron iniciar los trabajos con los que pretenden detectar las duplicidades que se producen en la prestación de competencias en el Archipiélago y que suponen "un castigo" para los ciudadanos, afirmó Marcial Morales, presidente de turno de la Federación Canaria de Islas (Fecai), la entidad que agrupa y representa a los cabildos.

Ni Afonso ni Morales quisieron detallar las áreas en que es más acuciante resolver estas disfunciones -que se definirán en los próximos encuentros-, aunque el también presidente del Cabildo de Fuerteventura apuntó que estas situaciones son "muy comunes" en las competencias sobre el territorio y el bienestar social. "Esos dos aspectos nos van a ocupar más", auguró.

Lo que no cree Marcial Morales es que el sistema de distribución de competencias que rige en Canarias sea "desastroso". "Es un sistema razonable, pero aún se producen algunas duplicidades que hay que ajustar", dijo.

Afonso abundó en esta idea. "El marco competencial está claramente delimitado en las leyes de municipios y cabildos -aprobadas al final de la pasada legislatura-, aunque es necesario que el ciudadano sepa de una manera clara y meridiana a qué administración debe dirigirse", argumentó el consejero de Presidencia.

El proceso de descentralización tiene un destino muy definido: los ayuntamientos. Así lo creen tanto el Gobierno autonómico como la Fecai. El máximo dirigente de la Federación insistió en que las competencias tienen que residir "en la administración más cercana". "Hay que simplificar y acercar a lo local todo aquello que puedan resolver los municipios", sostuvo. Los cabildos, por su parte, deben ejercer atribuciones "de carácter más general" y apoyar a los ayuntamientos de pequeño tamaño -de menos de 20.000 habitantes- que carezcan de recursos para desarrollar las competencias.

Los trabajos encaminados a promover esta nueva descentralización competencial deberán finalizar, como muy tarde, en junio de 2017. En ellos participarán tanto el Ejecutivo y la Fecai como la Federación Canaria de Municipios (Fecam). El proceso concluirá con la revisión de toda la legislación sectorial necesaria para renovar el marco de competencias del Archipiélago.

Las leyes de municipios y cabildos, que constituyen las bases de este proyecto descentralizador, establecen que a los primeros se les podrán atribuir nuevas responsabilidades, pero también podrán ejercerlas mediante delegación del Gobierno. En el caso de las instituciones insulares, la asunción de competencias se realizará a través de la atribución directa o mediante transferencias desde la Comunidad Autónoma.

Los cabildos siguen defendiendo que los fondos procedentes de la condonación del Impuesto General sobre Tráfico de Empresas (IGTE) se inviertan en cada isla con criterios de "equilibrio territorial".

"No renuncio (al reparto por la triple paridad). Vamos a la reunión del lunes -en la que se cerrará el sistema por el que se financiarán los planes insulares de desarrollo y empleo- con una posición clara, aunque vamos a dialogar", dijo ayer Marcial Morales, presidente de turno de la Fecai.

El Cabildo de Gran Canaria, el único discrepante con esta fórmula, se felicitó ayer al entender que el Gobierno ha renunciado a ella.

las claves

Subsidiariedad. La nueva descentralización que prepara el Gobierno tiene como principio la subsidiariedad: las competencias las presta la administración más cercana al ciudadano y las demás lo hacen de forma subsidiaria.

Plazos. El proceso debe estar finalizado en junio de 2017 tras negociar con cabildos y ayuntamientos dónde se encuentran las duplicidades administrativas y qué legislación hay que modificar para eliminarlas.

Sistema "razonable". El Ejecutivo y las corporaciones insulares defienden que el actual marco competencial es "razonable", aunque pese a ello las duplicidades siguen produciéndose.