Leopoldo Cólogan, entre los elogios unánimes de sus colegas, ha abandonado hoy la presidencia de la Asociación de Productores Europeos de Bananas (APEB) después de 26 años, sustituido por el productor de Martinica Laurent de Meillac, quien se enfrenta al reto de la bajada de aranceles progresiva hasta 2020.

"Si desde 1989 hemos resistido a la enorme presión de las multinacionales norteamericanas, cuyo objetivo es conquistar los 6.000 millones de toneladas del mercado europeo, ha sido por la confianza mutua, por la unidad y por la persona excepcional que es Leopoldo Cólogan", dijo Eric de Lucy, presidente de la asociación de productores de Martinica y Guadalupe para resumir la trayectoria del presidente saliente.

"Pese a la distancia y a la diferencia de idiomas y de culturas, hemos conseguido mantener la unidad y la solidaridad entre todos los productores europeos", subrayó.

La APEB reúne a los productores de plátano de Canarias, Madeira, Guadalupe y Martinica, cultivo que da empleo a 30.000 personas en estas regiones ultraperiféricas de la Unión Europea y cuya protección arancelaria necesitan para subsistir frente a la competencia sobre todo latinoamericana.

Laurent de Meillat, que sustituye a Cólogan al frente de la APEB, afirmó que los ministros de Francia, España y Portugal, así como la Comisión Europea, consideran a esta organización como una de las mejores de Europa, que ha conseguido preservar el cultivo gracias al apoyo de los respectivos gobiernos regionales y nacionales.

Cólogan agradeció las muestras de afecto y señaló que llevaba ya tiempo pidiendo el relevo porque son muchos años al frente de la organización, que ahora se enfrenta, como desde que nació en 1989, a numerosos retos.

El administrador de la APEB, Gérard Bally, explicó que el principal reto para los productores son los acuerdos de la Comisión Europea para rebajar progresivamente los aranceles a la importación desde los 176 euros por tonelada de 2009 a los 75 euros en 2020.

"Ahora estamos en 120 euros, a mitad de camino. De momento no hemos tenido una bajada de precios radical por la rebaja de aranceles, pero va a ocurrir un día, y si los precios bajan la ficha financiera actual es insuficiente", dijo Gérard Bally.

La APEB quiere convencer a la Comisión de que si sigue bajando el arancel "hay que hacer algo o desaparecemos", y ese es el desafío más serio de los productores, que se proponen actuar junto a los tres gobiernos nacionales y los tres gobiernos regionales frente a la Comisión Europea.

Otro de los retos de la APEB es el intento de la Comisión Europea de desvincularlos del mecanismo del POSEI e incluirlos en la Política Agrícola Común (PAC), lo cual también supondría la desaparición del cultivo, aseguran.

La APEB se enfrenta además a otro reto, que es el de convencer y sensibilizar al creciente número de funcionarios europeos procedentes de Europa del este que son ajenos a los problemas de las regiones ultraperiféricas de España, Francia y Portugal.

Lo importante es seguir unidos, insistieron los representantes de los productores plataneros comunitarios, y elogiaron la iniciativa del ministro francés de agricultura de recuperar el grupo institucional de amigos del plátano, para aglutinar a los funcionarios ministeriales de los tres países y de la Comisión Europea que tienen que ver con este expediente para garantizar la continuidad del cultivo y de las ayudas.

Leopoldo Cólogan dijo que si el arancel se hubiera mantenido en 176 euros no necesitarían más ayudas, pero el descreste fruto de los acuerdos bilaterales y multilaterales con los países latinoamericanos hace que los precios bajen, aunque los costes de producción aumentan.