La empresa de tasación Tinsa calcula que en España hay 389.000 viviendas vacías, de las que 12.028 están en Canarias. En concreto, 5.480 en Santa Cruz de Tenerife y 6.538 en Las Palmas. Los datos han sido extraídos del estudio "Radiografía del stock de la vivienda 2015", elaborado para estimar el número total de viviendas construidas desde 2008 que el 30 de junio de 2015 permanecían vacías. Para ello se han tenido en cuenta dos criterios de cálculo. Por un lado, se ha desarrollado un modelo econométrico basado en parámetros socioeconómicos e inmobiliarios de organismos oficiales; y, por otro, se ha acometido una encuesta entre los técnicos ubicados en los municipios más representativos desde el punto de vista de la obra nueva.

La investigación demuestra que en Canarias el nivel de "stock" es inferior al del resto de la costa peninsular, aunque superior al de Baleares. Se sitúa en un 25% con diferencias por provincia. Así, Tenerife se encuentra en el 21% frente al 28% de Las Palmas.

En la provincia occidental, el 90% de la construcción de viviendas tuvo lugar en la isla de Tenerife. La tasa de desocupación es bastante homogénea a lo largo del territorio insular, en torno al 21%. La empresa señala como excepción el municipio de Granadilla de Abona, donde el excedente repunta por encima del 30%. Ligeramente por debajo de la media provincial se hallan los municipios de San Cristóbal de La Laguna, Güímar, La Orotava y Arona. Muy por debajo de la media se encuentra Adeje, con una tasa inferior al 10%. El resto de islas de la provincia mantienen una tasa de desocupación que oscila del 20% al 25% de la obra nueva construida.

En la provincia oriental el comportamiento no es tan homogéneo y se detectan mayores diferencias. Tanto Gran Canaria como Fuerteventura se sitúan en un índice de desocupación en torno al 30%, frente al 20% de Lanzarote. "En Gran Canaria destaca Telde como municipio relevante en cuanto al número de viviendas construidas en los últimos años (el segundo tras la capital) y en cuanto a su notable tasa de desocupación, que supera el 50%. También muestra un considerable nivel de "stock" San Bartolomé de Tirajana, cuya tasa se sitúa en torno al 45% del parque construido. Con una tasa de desocupación inferior a la media de la isla se encuentra Ingenio, con un 25%", resume el informe. En la isla de Fuerteventura, que presenta unos datos medios similares a Gran Canaria, destaca negativamente Puerto del Rosario, que se coloca por encima del 50%, así como el municipio de Antigua, que registra una tasa de desocupación de alrededor del 40%.

Lanzarote, por su parte, es la isla que ostenta los mejores datos de la provincia. Arrecife es el municipio de referencia respecto a la obra nueva, ya que ha aglutinado un elevado porcentaje de lo construido desde 2008. En cuanto a su nivel de "stock", presenta un índice de desocupación del 23% frente al resto de la isla, cuya tasa conjunta se sitúa por debajo de la media del 20% señalada para Lanzarote.

La crisis de las hipotecas "subprime" iniciada en EEUU en el verano de 2007 se extendió al sistema financiero internacional y puso fin a una década dorada en el mercado residencial español. La restricción financiera precipitó la crisis en un sector que ya mostraba signos de desaceleración desde finales de 2006, año que marcó el récord histórico de solicitudes para inicio de vivienda: 865.000 unidades, según el Ministerio de Fomento. En 2008, cuando esos inmuebles se terminaron, encontraron compradores con problemas de financiación y una demanda retraída ante la expectativa de que los precios tendían a la baja, puntualizan los expertos. Las viviendas de obra nueva que meses antes se despachaban a buen ritmo no hallaban comprador: una parte importante de la obra nueva llegaba para quedarse. En ese escenario, las promociones de vivienda vacía se han convertido en parte del paisaje de muchas ciudades. Algunas comunidades autónomas, como la canaria, idean fórmulas para llegar a acuerdos con las entidades bancarias que se han convertido en propietarias. El objetivo es dar un uso social a esos inmuebles vacíos y nuevos. Es decir, que miles de personas que no tienen vivienda, o no cuentan con un hogar en condiciones, puedan acceder a ellas a través de un alquiler acorde a su situación.