La crisis ha obligado a las universidades a buscar fórmulas alternativas de financiación, pero también a ajustar los gastos. La Universidad de La Laguna (ULL) ha ahorrado casi dos millones de euros desde que hace tres años decidió cerrar sus instalaciones durante las vacaciones. La medida, propuesta por el exrector Eduardo Doménech, se puso en marcha por primera vez en la Navidad de 2012 y ha supuesto un ahorro de 1,9 millones. A partir de entonces el centro empezó a cerrar sus puertas en tres épocas del año: Navidad, Semana Santa y verano.

El nuevo equipo rectoral, que lidera Antonio Martinón, ha mantenido esta decisión, a pesar de que muchos docentes y alumnos han acatado la determinación a regañadientes y lamentan no poder hacer uso de las instalaciones. Además, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) también se ha sumado a la iniciativa y desde hace algunos años programa cierres para capear los problemas de financiación.

La ULL, cumpliendo con el calendario previsto, cerrará sus puertas mañana a las 21:00 horas y no abrirá hasta el 7 de enero a las 06:00 horas. Se trata, como en anteriores ocasiones, de un cierre generalizado del que solo quedan excluidas dependencias contadas, como el animalario y algunos laboratorios con ensayos vivos.

El registro del centro académico quedará igualmente inactivo, pero no la sede electrónica. No obstante, las peticiones recibidas serán tramitadas una vez reiniciada la actividad académica. La plataforma web, el campus virtual y el servicio de correo electrónico se mantendrán operativos.

Asimismo, el centro ha habilitado una cuenta de correo electrónico de contacto (cierre@ull.es) que está a disposición de toda la comunidad universitaria y cuya función es resolver cualquier duda sobre esta medida.

Siguiendo esta pauta, los colegios mayores cerraron el 23 de diciembre y continuarán así hasta el 6 de enero. La Residencia Universitaria Parque de las Islas permanecerá abierta solo para los colegiales residentes, colegiales autorizados procedentes de los colegios mayores y alumnado de programas de intercambio. En definitiva, después del día de Reyes todo volverá la normalidad.

las claves

550.000 euros. Solo en limpieza, la Universidad ha ahorrado 550.000 euros cada año que ha cerrado las puertas en los tres períodos estipulados.

Excepciones. Además de dejar abiertas algunas salas de estudio para el alumnado, el centro tampoco cerrará el animalario y laboratorios con ensayos vivos.

Más de 300.000 euros por prestar servicios

Mítines, congresos, oposiciones, conciertos y hasta grabaciones de producciones audiovisuales. Una parte de los ingresos de la ULL provienen del alquiler de sus espacios. Se trata de una práctica que en los últimos tiempos se ha generalizado en muchos centros, que en estos tiempos de crisis han visto en esta fórmula una medida para conseguir financiación extra. No es demasiado dinero, pero desde 2013 el centro ha conseguido más de 300.000 euros cada año. Estos ingresos provienen del arrendamientos de salas, aularios o el propio paraninfo, pero también de los trabajos que realiza el Servicio General de Apoyo a la Investigación (SEGAI). La sede principal de este servicio se ubica en el Campus de Anchieta, junto al Instituto de Enfermedades Tropicales. Sin embargo, los 33 servicios de los que dispone se reparten por todas las facultades. Uno de los servicios más recientes es el de Apoyo a Criminalística Forense, un departamento que ha despertado el interés del gremio de los peritos. La ULL presta sus servicios a Asesores de Inversión, Financiación y Peritos Judiciales de Cataluña y a la Asociación Profesional Colegial de Peritos Judiciales del Reino de España.

Por la totalidad los servicios y alquileres, la ULL ingresó en 2010 305.998 euros; en 2011, 412.129; en 2012, 384.191; en 2013, 351.685; y en 2014, 379.217. Las cuentas de 2015 no se han cerrado aún, pero de momento ascienden a 202.357 euros.