Canarias, La Rioja, Cantabria o el País Vasco son las regiones más restrictivas en materia de publicidad de bebidas alcohólicas, en favor de la salud pública y de la protección de los menores, según un análisis comparativo realizado por la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC).

Este colectivo ha denunciado la "impunidad" con la que la publicidad de bebidas de alta graduación incumple la ley, y ha defendido la "urgencia" de una normativa de ámbito estatal, especialmente, en relación con la publicidad exterior de alcohol.

Las comunidades autónomas de Baleares, Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha, Galicia y Navarra son las más permisivas en lo que se refiere a la publicidad de bebidas alcohólicas.

En este contexto, la AUC señala en su informe que la publicidad de alcohol en televisión está regulada por legislación básica de ámbito estatal, mediante la Ley General de Publicidad, Ley General de la Comunicación Audiovisual; mientas que dicha legislación no existe para el resto de soportes o para la publicidad exterior.

DIFERENCIAS ENTRE NORMATIVAS AUTONÓMICAS

"Hay que acudir a las normativas autonómicas, que presentan grandes diferencias, de modo que lo que está permitido en una comunidad puede estar prohibido en otra", ha lamentado la Asociación de Usuarios de la Comunicación.

En este sentido, la AUC ha indicado que, desde la década de los 80 del siglo pasado, ha habido "diferentes intentos de sacar adelante una legislación integral para la regulación de la venta, el consumo y la publicidad de las bebidas alcohólicas, sin que ningún gobierno desde entonces haya presentado si quiera un proyecto ante el Parlamento o haya aprobado algún desarrollo reglamentario".

Asimismo, la Asociación considera este vacío "especialmente grave" desde el punto de vista de la protección de los menores. Según ha indicado, los estudios señalan que en España existe un problema importante de consumo temprano de alcohol dado que la media de inicio de ingesta se sitúa por debajo de los 14 años; el 81,9% de los jóvenes entre 14 y 18 años declara haber ingerido alcohol, y un 60% de ellos dice haberse emborrachado alguna vez.