La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha iniciado los trámites para recurrir ante el Tribunal Supremo (TS) el Real Decreto de prescripción en el ámbito de la enfermería.

Para ello, la Consejería regional de Sanidad llevará, en los próximos días, al Consejo de Gobierno esta iniciativa para su estudio y aprobación, ya que considera que se trata de una "norma de imposible cumplimiento y que vulnera el derecho a la protección de la salud de la ciudadanía", según informó el Gobierno canario en nota de prensa.

El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el Real Decreto 954/2015, de 23 de octubre, el pasado 23 de diciembre de 2015, con el que se regula la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parte de los enfermeros.

Respecto a la aplicación de dicho RD, con el fin de garantizar la "adecuada" prestación de la actividad asistencial, la Consejería regional de Sanidad se ha mostrado, "desde el primer momento, radicalmente en contra" de la regulación que establece esta normativa.

Asimismo, recuerda que tras la publicación en el BOE del citado RD, la Consejería de Sanidad solicitó al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad la convocatoria urgente del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para abordar este asunto.

De todos modos, la Consejería de Sanidad espera que impere entre los profesionales de la salud la "sensatez y el sentido común" para que "no lleguen a adoptarse actitudes ni llevarse a cabo acciones que pongan en peligro" ese derecho, ya que subrayan que puedan "poner en riesgo" el trabajo en equipo o que generen conflictos entre los distintos colectivos profesionales.

Al respecto, recuerda que el trabajo conjunto y la colaboración entre profesionales en el ámbito sanitario "es básico" para ofrecer una asistencia "de calidad", así como que el criterio "fundamental debe ser que la atención al paciente siempre sea la mejor posible".

Por último, recuerda que en conformidad con lo dispuesto en la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, los profesionales de enfermería tendrán como guía de su actuación el servicio a la sociedad, el interés y la salud de la ciudadanía a quien se presta el servicio, el cumplimiento riguroso de las obligaciones deontológicas o, en su caso, de los usos generales propios de su profesión.