El comité de huelga del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) y la dirección del centro reactivaron ayer las negociaciones sobre las medidas necesarias para enjugar el déficit previsto este año en la empresa pública. Aunque los trabajadores consideraron "un éxito" la simple reanudación de las conversaciones, el gerente de la empresa pública, Gabriel Mejías, advirtió de que no hay alternativas a la propuesta que ha formulado, consistente en mantener durante dos años la reducción de salarios vigente desde 2014, aunque con una mejora gradual hasta recuperar las retribuciones iniciales en 2018.

La huelga indefinida -en forma de paros diarios de una hora- fue convocada ante lo que la representación sindical de la plantilla interpreta como "una fijación unilateral de las condiciones de la negociación": la fecha límite del 31 de diciembre para llegar a un entendimiento, pues entonces finalizaba el acuerdo anterior. Tras proponer una prórroga sin cambios del ajuste -que ronda el 14% del sueldo-, la gerencia del ITC ofreció modularla, empezando por un 11% en 2016. Entre tanto, y hasta que se alcance un nuevo acuerdo, los salarios han recuperado su cuantía original, lo que, según los cálculos de la dirección, origina un déficit mensual de unos 70.000 euros.

Tras convocarse las movilizaciones y recurrir el comité al Tribunal Laboral Canario, ambas partes han vuelto a sentarse. Los trabajadores discuten que el déficit a final de año sea de la magnitud que estima la gerencia -800.000 euros-, porque se han producido bajas y se dispondrá de una subvención de 500.000 euros del Cabildo de Gran Canaria.

No obstante, los empleados fueron informados de un contratiempo con el que no contaban. Una enmienda a los presupuestos de la Comunidad Autónoma ha restado 150.000 euros al Instituto, una circunstancia que minimiza el impacto positivo de los 700.000 euros de más que el Gobierno canario le había destinado.

"El discurso de la empresa es que el déficit solo se pagará con los salarios de los trabajadores", aseguró Antonio Ortegón, del comité de huelga, quien, sin embargo, valoró "la firme voluntad de ambas partes de seguir negociando", que recibió como "un respiro".

Por su parte, el gerente defendió el rigor de la previsión de déficit, revisado por la Consejería de Hacienda y la Dirección General de Presupuestos. Al mismo tiempo, precisó que la subvención del Cabildo de Gran Canaria es de carácter finalista y que en 2015 solo consiguieron ejecutarse 150.000 euros. "Vamos a agotar todas las opciones, pero hay pocas", indicó Gabriel Mejías, que garantizó que los técnicos del ITC lo han "analizado todo" para hallar una solución". En cuanto a la posibilidad de que se produzcan despidos si no hay un acuerdo, afirmó que no se lo ha planteado y que su apuesta es por "mantener la sociedad".

las claves

Los antecedentes. La plantilla del Instituto Tecnológico de Canarias accedió en 2014 rebajarse los sueldos alrededor de un 14% para evitar el ERE que preveía ejecutar la empresa pública autonómica.

700.000 euros más. En vísperas del fin del acuerdo, el Gobierno canario consignó 700.000 euros más para el centro, aunque finalmente 150.000 fueron destinados a otro fin.

Déficit previsto. La dirección del Instituto estima un déficit de 800.000 euros al final de 2016 que pondría en riesgo su viabilidad.

Negociación y huelga. Para evitarlo, ha negociado con los trabajadores un nuevo recorte, aunque atenuado. Las conversaciones se han retomado tras la convocatoria de huelga.