La confianza de los empresarios en la evolución económica ha caído un 1,4% en el Indicador de Confianza Empresarial (ICE) correspondiente al primer trimestre de este año --con respecto al mismo periodo del año anterior-- lo que vislumbra "cierto frenazo" en la recuperación económica.

Así lo han expuesto este miércoles en rueda de prensa los directores generales de las Cámaras de Comercio de Santa Cruz de Tenerife y de Gran Canaria, Vicente Dorta y Pilar Alcaide, y los secretarios generales de las Cámaras de Fuerteventura, Sonia Camino, y de Lanzarote, Bernardino Jiménez.

Los únicos optimistas son los de Gran Canaria y La Gomera, mientras los de Tenerife se mantienen prudentes y los del resto de las islas se muestran pesimistas, especialmente los de El Hierro.

A pesar del clima de inestabilidad política, las expectativas en el ámbito del empleo son positivas, ya que el 80% del empresariado tiene la confianza de mantener la estabilidad de sus plantillas en los próximos meses, un 5% manifiesta su intención de incrementarla y hacer nuevas contrataciones, mientras el resto, un 15%, señala ciertas dificultades para asegurar la estabilidad de alguno de sus puestos de trabajo.

En cuanto a las expectativas sobre la evolución de la economía, los empresarios canarios abandonan los buenos augurios y regresan el terreno negativo.

El año 2016 arranca con unas previsiones empresariales a la baja, tras tres trimestres consecutivos al alza. Un retroceso que arroja un balance de expectativas levemente negativo del -0,8% tras apuntar el 59% mantendrá estable su actividad económica, mientras que el 20,9% prevé una caída de ventas y el resto confía en una evolución positiva de sus cuentas.

Por sectores, prácticamente todas las actividades, salvo la Construcción y el denominado ''Otros Servicios'', acusan retrocesos en su niveles de confianza.

El avance de la construcción es significativo porque parte de una situación de pesimismo extrema tanto en los resultados como en las expectativas de la actividad por el impacto de la crisis económica.

Sin embargo, en estos momentos, el 54% de los constructores confía en mantener su cifra de negocio, un 19% afirma que registró un incremento de actividad, mientras un 29% bajó sus niveles de facturación durante el último trimestre de 2015.

El sector que, curiosamente, se muestra más pesimista es el Comercio, que acusa el fin de la campaña navideña con una variación a la baja del ICE del -3,7%, aunque las expectativas para el arranque de 2016 no prevén un empeoramiento de la actividad, y más del 57% de los comerciantes confía en mantener su cifra de negocio.

La radiografía que refleja el ICE señala un caída de la confianza empresarial motivada por un entorno de incertidumbre ante el nombramiento del nuevo gobierno, los posibles pactos electorales o la convocatoria de unos nuevos comicios.

Ante este escenario de incertidumbre, los representantes de las Cámaras de Comercio de Canarias pidieron "seguridad" para las empresas, reclamando a los partidos políticos "diálogo y estabilidad política y económica, condición básica para que las empresas puedan desenvolverse, realizar inversiones, generar actividad económica y crear puestos de trabajo tanto en Canarias como en el resto del país".

Por ello, las Cámaras hicieron un llamamiento a la responsabilidad de las fuerzas políticas "para que agotados ya casi todos los plazos demuestren altura de miras y actúen en defensa del interés general, preservando la estabilidad política y económica".

RECHAZAN NUEVAS ELECCIONES

En este sentido, señalaron que "la reducción del paro debe ser el objetivo prioritario de toda la sociedad y para ello es imprescindible que las empresas puedan trabajar en un entorno estable y previsible".

Según apuntaron los representantes de las Cámaras, "España no quiere la celebración de unas nuevas elecciones, sino un gobierno con la conciencia de trabajar por un futuro en el que se necesita certidumbre para continuar en la senda del crecimiento, dejando a un lado la crispación y los enfrentamientos".

A su juicio, "mantener la estabilidad política y social son condiciones básicas para que las empresas puedan desenvolverse, llevar a cabo nuevos planes de inversión, crear puestos de trabajo y generar actividad económica".

Por eso, las Cámaras han exigido a las formaciones políticas "medidas para favorecer la actividad empresarial, en particular para las pequeñas y medianas empresas, además de otras que favorezcan la competitividad y la internacionalización, la creación de empresas y la formación de trabajadores".