No siempre se puede estudiar lo que se quiere. Más de 7.000 alumnos de Formación Profesional de las Islas no consiguieron plaza este curso en el ciclo que escogieron. Es decir, no pudieron matricularse en su primera opción y se decantaron por otra titulación. Más de 12.000, en cambio, abandonaron su propósito y no se inscribieron en ningún título.

Los datos, facilitados por la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, ponen de manifiesto, un año más, la preferencia "masiva" de los alumnos por determinadas familias profesionales. En concreto, los estudios relacionados con sanidad, administración y automoción son los que más solicitudes acaparan.

No es un fenómeno nuevo: esta predilección se ha repetido durante los últimos años. Sin embargo, aunque Educación conoce perfectamente esta tendencia no es partidaria de aumentar las plazas en función de la demanda. "Si en la Universidad las plazas que se ofertan son limitadas y se establecen numerus clausus para el acceso del alumnado, en Formación Profesional ocurre algo similar", explican fuentes de la Consejería educativa, que creen que la clave está en lograr un equilibrio entre la oferta educativa y las carencias del mercado laboral.

La oferta total de plazas de FP en el Archipiélago no ha dejado de crecer durante los últimos años en las Islas. Este curso ascendió a 49.946 y más de 12.000 se quedaron sin cubrir. En concreto, un total de 30.691 fueron ocupadas por jóvenes que se inscribieron en el título que habían marcado como primera opción, 7.000 escogieron otro título en el que quedaran plazas y 12.199 no aceptaron matricularse en otros estudios que no figurasen como su primera preferencia.

El equipo actual de la Consejería insiste en que desde que detectó esta problemática, "que es consustancial al modelo, se está trabajando sobre ello", pero apunta que la solución no pasa por ofertar todo lo que el alumnado quiere. "Hay que partir de que la FP es una enseñanza postobligatoria, por lo que su modelo debe compararse más con las enseñanzas universitarias que con la Secundaria o el Bachillerato en cuanto a sus procedimientos de oferta y matriculación", subrayan desde el área que gestiona la consejera Soledad Monzón.

Además, las mismas fuentes alertan de que ofertar solo lo que el alumnado desea cursar generaría unas cifras de paro desorbitadas en algunas áreas, como en las más comunes de sanidad, las automoción y otras de enorme demanda de matriculaciones que el mercado canario es incapaz de absorber. "No hay que olvidar que el objetivo de la FP es doble. Por un lado, debe dar un servicio de formación al alumnado, pero, por otro, ha de "suministrar" personal cualificado al mercado laboral canario en las especialidades en las que lo demanda nuestra economía", puntualiza la Consejería.

En el mismo sentido, la Dirección General de FP trabaja ya en acciones encaminadas a mejorar la información de los alumnos a la hora de elegir formación y, sobre todo, sobre las salidas laborales que tiene cada uno de los ciclos formativos, de forma que conozcan toda la amplitud de la oferta que se pone a su disposición.