Canarias fue la comunidad autónoma donde menos incidencia tuvo la Ley de Dependencia en 2015, con un 0,66% de su población declarada beneficiaria, según las cifras del Sistema de Autonomía Personal y Atención a la Dependencia actualizadas a 31 de diciembre y difundidas ayer por el Imserso.

Le siguen la Comunidad Valenciana, con un 0,87% y Baleares, donde está en el 1,05%. En el lado opuesto, encabeza la tabla Castilla y León, que tiene una tasa del 2,98%, justo por delante de Cantabria, con un 2,38%; y País Vasco, con 2,33%.

En España, el año 2015 se cerró con un total de 384.326 personas en lista de espera para recibir la prestación o servicio a la que tienen derecho por su situación de dependencia, que es grave o severa en más de un tercio de los casos, y que a 31 de diciembre recibían 796.109 personas en España. Según las cifras del Imserso, 1.180.435 personas han sido dictaminadas favorablemente, es decir, se ha reconocido su derecho a recibir atención, pero algo más del 32% de ellos siguen esperando.

De estos 1,1 millones de personas con derecho a recibir algún tipo de ayuda, 363.795 son grandes dependientes (Grado III), mientras que 449.360 personas están en situación de dependencia severa (Grado II) y 381.280 padecen una dependencia moderada (Grado I).

Es en este grupo donde el Imserso dice que está el grueso de la lista de espera, ya que el derecho de este colectivo a recibir una prestación o servicio no estuvo vigente hasta el 1 de julio de 2015, cuando comenzaron a incorporarse al sistema después de que el Gobierno pospusiera el calendario de implantación.

Con todo, son 139.630 las personas de los grados de dependencia más graves que están en espera, mientras constan 244.696 de este nivel moderado pendientes de que se materialice la ayuda económica o servicio de apoyo que les ha sido reconocido. Al cierre del año pasado se había atendido al 27% de los moderados.