No es extraño que la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias haya expresado en alguna ocasión su preocupación por el escaso asociacionismo del sector primario en las Islas. Tres de cada diez agricultores "se quedan fuera" de las ayudas con las que la Unión Europea compensa la lejanía y la insularidad (Programa Posei) debido a que no forman parte de organizaciones de productores o cooperativas.

Así lo afirmó ayer en el Parlamento regional el consejero del área, Narvay Quintero, quien compareció a solicitud del Partido Popular para informar sobre la evolución del Posei. Quintero avanzó su intención de mejorar la "eficacia y eficiencia" de estas ayudas para que lleguen "en tiempo y forma" a todos los beneficiarios. Con el objetivo de adelantar su pago a todos los subsectores, la Consejería ha reforzado el organismo encargado del abono de estas cantidades con la incorporación de cinco personas.

El Ejecutivo pretende, de esta manera, solucionar las desigualdades entre productores a la hora de recibir las ayudas que, según la diputada de Podemos María Concepción Monzón, son frecuentes. "No llegan las mismas cantidades ni en las mismas fechas -dijo-. Los fondos deben repartirse en igualdad de condiciones porque todos soportan la ultraperificidad".

Pero la desigualdad no afecta solo a la distribución de las ayudas, sino también a la administración que las abona. Quintero recordó que desde el año 2009 Canarias ha consignado 59 millones de euros para el Posei adicional (el que se nutre de las arcas de los estados y las regiones), mientras que el Gobierno central ha aportado 42, una diferencia de 17 millones.

En la actualidad queda pendiente el pago de unos tres millones de euros correspondientes a 2013 y 7,2 millones de 2014. Mientras que los productores de tomate tienen todas las cantidades convocadas, los ganaderos tienen completas las de 2013 pero les faltan algunas partidas de 2014.

Por su parte, la diputada del PP Cristina Tavío abogó por aplicar la propuesta de Asaga (Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias) para reducir de forma progresiva las ayudas a la importación (REA) para incrementar el apoyo a las producciones locales y a la industria agroalimentaria -algo que, según Quintero, ya se ha hecho-, al tiempo que demandó al Gobierno que pase "de las palabras a los hechos" para frenar la "alarmante" caída de las cifras del sector primario en las Islas.

El "invierno atípico" -cálido y sin apenas lluvias- que vive el Archipiélago amenaza algunas cosechas en Canarias. Los productores de papas, "si bien todavía no están demasiado alarmados", prevén que si el tiempo seco se prolonga se pueda perder alrededor del 50% de la producción en algunos lugares, expuso ayer el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas, Narvay Quintero, durante una comparecencia en el Parlamento regional.

Sobre este asunto hablaron ayer el presidente y el secretario general de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga Canarias Asaja), Henry Sicilia y Hernán Tejera, respectivamente, con el consejero de Agricultura del Cabildo de Tenerife, Jesús Morales, a quien trasladaron la inquietud de los productores de la Isla ante la situación de sequía que soportan los cultivos por la falta de precipitaciones de este invierno.

Según la asociación, de mantenerse en el tiempo la sequía, pondrá en peligro las cosechas y la economía de los productores locales, por lo que se requieren medidas a corto plazo para evitar un empeoramiento, lo que se une a que el volumen de agua de los embalses está a la mitad.

Asaga expuso a Morales diversas propuestas para poner en marcha medidas preventivas ante las carencias hídricas a corto y medio plazo que permitan garantizar el riego. Los productores plantearon elevar al máximo la capacidad de las plantas desaladoras para los diferentes abastecimientos, autorizar hasta el máximo posible la capacidad de las planta en las zonas de regadío más afectadas por la sequía, culminar la obra de la desaladora de Granadilla y aplicar las prioridades del Plan Hidrológico de Tenerife para la agricultura tras el consumo humano y congelar las tarifas de Balten.