La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias aseguró ayer en un comunicado que ha "extremado" la vigilancia "ante la evolución del virus Zika en América". Sin embargo, el director del Instituto de Enfermedades Tropicales de Canarias, Basilio Valladares, aseguró a EL DÍA que el número de trampas y el período de tiempo de 10 días con el que se analiza no ha variado desde la expansión del virus Zika en países americanos.

Una aclaración importante: en Canarias no vive el tipo de mosquito que transmite con su picadura el virus Zika, el Aedes aegypti y Aedes albopictus. Desde este punto de vista, ninguna persona que resida en Canarias y no viaje a países en riesgo puede contraer Zika.

No obstante, la Consejería de Sanidad informó ayer de que el servicio de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública ha elaborado un documento "para todos los médicos de Atención Primaria del Servicio Canario de Salud sobre la evolución de la enfermedad causada por virus Zika en América". La finalidad de este documento es que puedan responder las dudas de los pacientes.

Por otro lado, pero bajo la dirección de Salud Pública, se desarrolla la vigilancia de los mosquitos en puertos y aeropuertos canarios. Valladares explicó que desde 2009 el Instituto de Enfermedades Tropicales realiza una labor de vigilancia de estos insectos que se ha ido extendiendo de forma paulatina por las diferentes islas. En la actualidad, reconoció, solo falta por cubrir con trampas Fuerteventura, La Gomera y El Hierro.

El sistema de vigilancia consiste en colocar trampas para el mosquito Aedes en puertos y aeropuertos. Estas se recogen y se envían cada 10 días desde los diferentes puntos al Instituto de Enfermedades Tropicales, donde se analizan los mosquitos atrapados.

Este período de recogida responde a que "el período medio de incubación, que está entre 7 y 14 días dependiendo de la temperatura", explica Cristina Pou, investigadora responsable del programa de vigilancia.

Las trampas para Aedes que se están utilizando son de dos tipos: una, la BG-Sentinel, en la que se coloca cebo oloroso que desprende "sustancias similares a la piel humana, como el sudor". Esta trampa se sitúa en los lugares donde se abre mercancía, añade Pou.

Otro, las ovitrampas, que también son idóneas para detectar Aedes y se sitúan en los puntos de cría, que son aquellos en los que hay agua estancada (fuentes, estanques...). Su forma es como un vaso de agua.

Pou explica que, si en alguna de estas revisiones de trampas hallaran un Aedes adulto o una larva, lo primero que harían sería comunicarlo a Salud Pública. Lo segundo, "ver hasta qué punto se ha expandido" y "marcar el área de actuación". Lo tercero, "la eliminación de los puntos de cría" con medidas que pueden ir desde el vaciado de fuentes a depositar productos para su exterminio en estanques.

La investigadora recuerda que en Canarias había Aedes y transmitía la fiebre amarilla, pero que se erradicó a mediados del siglo XX. El cambio climático y la globalización hacen que, de nuevo, se tema por su regreso. Sobre todo porque esta vez el Aedes puede venir con el virus Zika, que es sospechoso de ser la causa de miles de microcefalias y daños cerebrales en bebés nacidos de embarazadas picadas por el insecto en Brasil y otros países de América. Un invertebrado mínimo que está sembrando el miedo en el mundo.

Tigatrapp, para "atrapar" al tigre en el móvil

En la vigilancia de la posible entrada del mosquito Aedes todos los esfuerzos suman. Así, existe una aplicación para el móvil, Tigatrapp, donde cualquiera puede compartir fotos de estos insectos y dónde les han picado. Esta es una extensión del proyecto atrapaeltrigre.com. En esta página web se informa de que el Aedes albopictus es "una especie invasora" y se pide la colaboración ciudadana para erradicarlo. No es un mosquito más grande de lo normal, pero sus patas presentan rayas blancas y "una sola raya blanca en cabeza y el tórax". Además, se puede consultar un mapa de España con los casos enviados en cada región y la fiabilidad de los mismos. A pesar de la existencia de este tipo de mosquitos en buena parte de la costa mediterránea de la península, lo cierto es que hasta ahora no se ha conectado ningún caso de picadura de este mosquito con dengue, malaria, fiebre amarilla o chikungunya, que son las enfermedades en las que actúan de vector. Para contagiar, el Aedes primero tiene que picar a una persona que tenga la enfermedad y después, picar a otras.