Ni siquiera en los plenos más suaves en cuanto al intercambio de improperios y formas, aunque sí que hubo contenido y del bueno, las sesiones en el Parlamento están exentas de anécdotas, intervenciones y situaciones un poco circenses. Ayer, por ejemplo, a las citas constantes de Patricia Hernández a "fiestas, bailes y bonchos", críticas dirigidas al PP, se sumó repetidas veces un móvil con la palmera y ya mítica Danza de los Enanos sonando contundentemente. Como si quisiera acompañar los festejos a los que aludía la vicepresidenta, como si pretendiera ser la banda sonora del día.

Al principio no, pero, a la cuarta vez, la presidenta de la Cámara pidió que se evitara semejante acompañamiento musical ante las crecientes risas de sus señorías y los movimientos continuos de cuello en busca del culpable, que no se delató ni fue señalado, por lo menos nítidamente.

Las fiestas "patricias" irrumpieron ante la pregunta de Australia Navarro (PP) sobre la situación en Vivienda. Hernández le advirtió infinidad de veces que es mejor no meterse en "bailes de dos" si no se sabe bien dónde se entra, recalcando que no criticaba la etapa de cogobierno CC-PSOE, sino la del PP en esa área. Por supuesto, Navarro le pidió "menos demagogia y más trabajo", pero la líder socialista siguió con la fiesta, arremetió contra los recortes de Rajoy, aludió a los sobresueldos peperos y, de nuevo, a los bonchos. Desde luego, tenía calzado adecuado para bailar, ya que, según aclaró en la tribuna por la tarde, bajaba los micros al no llevar tacones.

Como para endulzar la mañana tras tanto festín o, más bien, para amargarla, Pedro Ortega (Economía) admitió las dificultades para que la UE reconozca el término miel de palma por posibles confusiones, con lo que habrá que conformarse con guarapo o sirope, si bien se buscan otras vías, lo que no convenció mucho.

Antes del debate electoral, Matos dejó en mal lugar a Rosa Dávila (Hacienda), al decirle que sí hay margen para aplicar un sello a los bancos a la hora de contratar con la administración en función de su trayectoria con cláusulas suelo (90.000 canarios afectados), preferentes, la salida a bolsa de Bankia (15.000), intereses moratorios en tarjetas de crédito... Eso sí, Dávila dejó clara luego su apuesta por recuperar el balneario de Santa Cruz, aunque tampoco convenció en exceso en esto a Podemos.

Napoleón aparecería en boca de Noemí Santana (Podemos) para advertir de que la comisión de estudio del sistema electoral no se convierta en la prolongación del problema. Se anticipó y le fastidió el recurso a Navarro, pero es que coincidieron hasta en esto en este asunto. Por la tarde, el debate sobre economía azul sirvió para que Podemos recalcara que el buceo genera más riqueza que el golf, pero no está regulado ni se puede sancionar, para que Ortega aceptara el libro que le ofreció David de la Hoz sobre economía azul por costar "menos de 120 euros" y para que la mayoría de partidos critiquen el incierto futuro del Instituto Tecnológico Eso sí, ya no sonaba la danza de los enanos y la fiesta decaía.