Los dos Obispados de Canarias y Cáritas expresaron ayer su indignación por el trato que recibieron los ocupantes de la última patera que ha llegado a las islas y exigieron a las administraciones "responsabilidad y mayor coordinación" para garantizar una buena atención a estas personas.

En un comunicado, los Secretariados de los dos Obispados canarios y Cáritas demandan que "se depuren responsabilidades" sobre lo ocurrido el pasado 7 de febrero, "con el ánimo de evitar que se repita este tipo de actuaciones graves para la salud y dignidad de las personas migrantes".

Recuerdan que la legislación española obligan a las autoridades a atender "en condiciones dignas" a los inmigrantes.