Nadie mejor que las entidades que trabajan cada día con la pobreza para inyectarse dosis de realidad ante los cantos de sirena de salida de la crisis. Gerardo Mesa Noda preside la Cruz Roja en Canarias y aquí lo deja claro: "Solo vemos que la situación va a peor", advierte.

Sostienen que la situación social, de pobreza y marginación, en Canarias va a peor: ¿es la más difícil de la etapa democrática?

No sé si la más difícil, pero no está mejorando. Lo que queremos con nuestros análisis es sensibilizar a la gente de que la lucha contra la pobreza no es una cuestión de Cruz Roja o Cáritas, sino de todos: de personas, empresas, ONG, asociaciones y, sobre todo, de las administraciones. Pese a que dicen que España y Canarias van mejor, y no lo dudo, pero: ¿a qué niveles? Lo que vemos nosotros, aunque no lo decimos solo nosotros, sino Cáritas, Intermon, las universidades y estadísticas oficiales, es que no solo no ha parado la crisis ni ha mejorado para esta gente, sino que, según vemos los datos, ha ido empeorando.

¿Se están creando dos capas sociales en la recuperación?

Exactamente. La brecha salarial es cada vez más profunda. Hay trabajadores pobres por salarios bajos, contratos a tiempo parcial y temporales. Se agranda esa brecha, por lo menos va peor que el año pasado y el anterior.

¿Teme que todo empeore?

A nosotros nos causó muy buena impresión que el actual presidente de Canarias, antes de las elecciones, se reuniera con Cáritas y Cruz Roja y, después, se reunió también a los pocos días. Además, el discurso de fin de año lo dejó para nosotros; es decir, a nivel de concienciación, la administración está trabajando. Pero esto hay que hacerlo de una forma integral y coordinada, trabajar de forma conjunta, sin respuestas aisladas, pues se convierten en parches que no ayudan a las personas en riesgo de exclusión a integrarse.

Cuando escucha advertir de una nueva recesión, ¿qué piensa?

Que si vamos a peor, imagínese. Quien ha estado soportando esta crisis son las clases medias y trabajadoras, no las de mayor poder adquisitivo, que están ahora, en muchos casos, ganando, no digo que más que nunca, pero sí ganando, mientras que los otros se están empobreciendo más.

Resalta los gestos de Clavijo, pero Canarias ha quedado tercera por la cola en el estudio nacional sobre calidad de servicios sociales: ¿no le extraña, refleja eso la realidad?

Claro que no me extraña. Por una parte, me alegra la predisposición del presidente, pero, por otra, decimos que la mejora de la pobreza y exclusión pasa por que la administración sea más ágil, menos burocrática y no tarde tanto en dar las ayudas, que esté más cercana a la realidad de la gente más necesitada, que potencie su papel de coordinación para que no sean parches de Cruz Roja, Cáritas o de las ONG, sino que se busquen políticas innovadoras y se faciliten más recursos. Las ONG son organizaciones especializadas en atender a la gente, por lo que la administración debe potenciarlas para suplir lo que debe hacer ella: ojalá no tuvieran que existir Cruz Roja, Cáritas y demás.

¿Está de acuerdo, pues, con los que dicen eso de menos caridad y más acción social pública?

Estoy totalmente de acuerdo en que hace falta tener justicia en la distribución de los recursos económicos de los canarios lo más equitativamente posible; ojalá hubiera justicia en la distribución y no hicieran falta las ONG.

¿No ha notado cambios con la nueva consejera del área social?

Sí, he notado cambios en el interés, aunque también el Gobierno anterior tenía esa preocupación, pero, por ahora, son palabras. El Gobierno está empezando y hay que animarlo a mejorar.

El martes anunció un nuevo plan de emergencia social para este año: ¿se lo cree y confía en que salga?

Confiar... Nosotros trabajamos y, según aparecen los hechos, hablamos. Tener confianza, esperanza y fe sirve para seguir viviendo, pero no se puede comer de ahí.

También prevé nueva ley de Servicios Sociales: ¿cómo debería ser?

Para eso está el Consejo Social, donde diremos nuestros criterios.

¿Y cuáles son, qué es lo que más ha fallado y faltado hasta ahora?

Coordinar las políticas, agilizar los trámites y dedicar recursos, porque, sin ellos, se hace poco.

¿Hay muchas diferencias en pobreza y exclusión entre Islas?

Veo la situación más a escala autonómica. Los datos que me pasan son de las dos provincias, no los tenemos desagregados.

Pero sí tienen localizados los barrios y zonas más sensibles...

Claro, y en ellos trabajamos.

Se han agudizado las diferencias en estas zonas...

Sí, no diría que mucho, pero se han agudizado y siguen, que es lo que nos preocupa. Se dice que se acabó la crisis y nosotros comprobamos que no solo no es así, sino que ha empeorado. Caminamos en dirección contraria.

¿Sigue habiendo muchas personas que, por vergüenza, no acuden a ustedes y delegan en otras?

Quien viene es casi siempre la mujer, sobre todo alimentos. A veces tenemos que dárselos porque llegan a última hora sin saber quién es ni a dónde va. Luego, analizamos la familia, recursos, hijos, si van al colegio, si tienen ropa adecuada, material... para que no sean discriminados. Hay muchos casos de profesionales que han trabajado bien 40 años, pero de repente los paran y se quedan sentados en un sillón a mirar la TV decepcionados y aburridos. Tratamos de convencerlos de que vengan a nuestros cursos para preparase para otra labor. Nos cuesta trabajo y tiempo y no pretendemos ni que los terminen, sino que salgan del pozo, se despabilen y la mujer no esté tan preocupada. Las ventajas de las ONG es que acompañamos psicológica y moralmente, luchamos con ellos de forma conjunta, sin limitarnos solo a las ayudas.

¿Les indigna cuando se dice que hay picaresca con las ayudas?

Son anécdotas. Siempre hay quien no quiere arrimar el hombro y busca una disculpa diciendo que no saben dónde acabará eso, cuando hay organizaciones tan prestigiosas como Cáritas o Cruz Roja. Pero es una minoría. Por ejemplo, un inmigrante que pueda hacer una tropelía no debe servir de escudo para no ayudar o criticarles.

¿Cómo asiste a lo de los refugiados en la UE, le avergüenza?

Me avergüenza como persona, porque estuvimos en la misma situación. En Fuerteventura, llegaban 3 o 4 pateras al día y no sabíamos qué hacer. Pedíamos ayuda a Europa y ahora veo esto...

A España debían llegar 12.000 personas y apenas han llegado 20...

Sí, pero lo que ocurre es que la organización europea en general es la que no está funcionando...

¿Ha llegado alguien a Canarias?

No, todavía no.

Sin partidismos, pero con memoria y hechos

Mesa prefiere no mojarse sobre el balance social del Gobierno nacional y lo explica así. "No entramos en valoraciones políticas, pero vamos retrocediendo. Tener la independencia de decir lo que hacemos, pero no lo que vemos, nos permite estar en muchas situaciones difíciles que, de otra manera, no hubiéramos cubierto, como cuando atendíamos a 1.500 inmigrantes en una terminal vieja del aeropuerto de Fuerteventura sin enfoscar por dentro y llena de piojos. No decíamos nada, sino que trabajábamos. Teníamos que cambiar a la trabajadora social cada 15 días al no aguantar, pero los atendimos".

494 trabajadores y necesidad de voluntarios

En la actualidad, y sin muchos cambios en los últimos años, Cruz Roja cuenta con 494 trabajadores en Canarias, cifra que aumenta en verano con las playas. Mesa pide que los convenios que tienen continuidad no concluyan en diciembre para evitar despidos, liquidaciones y situaciones incómodas para los afectados y familias. "La gente trabajaría mejor, más tranquila y segura". Eso sí, y pese a lo que ocurre con los refugiados en la UE, asegura que, ante situaciones de crisis, la gente se solidariza más, aunque dice que necesitan más voluntarios y resalta lo que le reporta eso a una persona en cuanto a felicidad.