Vivir con 539 euros al mes es complicado. Hacerlo sin ingresos es imposible. Rosa María Sánchez González cobró la última mensualidad de la Prestación Canaria de Inserción (PCI) en diciembre. Desde entonces, "un error administrativo" la ha dejado sin ingresos. "Cambié el número de cuenta y dejé de cobrar. Puse una reclamación, me aseguraron que lo solucionarían, pero no ha ocurrido". El último día de febrero seguía esperando que la burocracia le devolviera su derecho.

La vida de esta mujer no ha sido fácil. Explica que se ha pasado quince años peleando judicialmente con su expareja para que se haga cargo de la manutención de la hija de ambos, que tenía cuatro años cuando se separaron y ahora 19. "En diciembre me deshauciaron". Rosa María reconoce que había ocupado, junto con su hija, una vivienda propiedad de la familia de su exmarido, y que acabó yéndose después de pasar cerca de año y medio sin agua corriente y con una orden judicial de por medio. Entonces se vio obligada a buscarse otro sitio donde vivir. "No tengo contrato y me costó mucho encontrar una casa, pero conseguí que me alquilaran un piso por 400 euros. Ahora, sin la PCI, tengo miedo de que mi hija y yo nos volvamos a quedar sin nada".

La afectada insiste en que los responsables de la Consejería de Políticas Sociales han admitido el error en el abono de la cuantía tras el cambio en la domiciliación de la ayuda y han asegurado que a partir del próximo mes recuperará la PCI, además de proceder "en unos meses" a la devolución del retraso. Rosa María insiste, sin embargo, en que no puede esperar más. "Cruz Roja me dio 300 euros con los que he podido pagar una parte del alquiler". A eso se unen otras deudas que se han ido acumulando, como el recibo del teléfono. La Consejería de Políticas Sociales ha admitido a este periódico el "error bancario" y ha asegurado que Rosa María cobrará las dos nóminas adeudadas cuando se haga efectiva la próxima mensualidad.