La situación geográfica de Canarias, que conlleva un elevado número de horas de exposición solar y un alto índice de radiación ultravioleta, coloca al Archipiélago a la cabeza del país en lo que a tasas medias de incidencia de cáncer de piel se refiere.

La dermatóloga de hospital Parque Nuria Pérez Robayna señala que en las Islas se detectan del orden de 3.000 casos de cáncer de piel al año, una incidencia que ha sido objeto de un importante aumento en los últimos años, anotando un incremento del 50% desde 2010.

La ausencia de una fotoprotección correcta tanto en la infancia como en la adolescencia, así como la aparición de quemaduras en estas fases de la vida, es el principal factor de riesgo del cáncer de piel.

El 90% de los casos de cáncer de piel responden al carcinoma basocelular, la queratosis actínica y el carcinoma epidermoide, unas lesiones que en la mayoría de los casos se curan con un tratamiento local. El otro 10% responde al melanoma, un cáncer más agresivo que exige un control precoz para garantizar su eliminación.

Nuria Pérez Robayna puntualiza que tanto el carcinoma basocelular como la queratosis actínica y el carcinoma epidermoide se manifiestan a través de una lesión en la piel de aspecto escamoso que aparece en forma de una pequeña costra o una úlcera que no cicatriza y que incluso a veces sangra. Aunque se trata de lesiones que son más frecuentes en el caso de personas de edad avanzada, cada vez se está registrando una mayor incidencia entre los jóvenes.

En las fases tempranas el tratamiento se aplica a través de cremas que se aplican localmente o con la aplicación de nitrógeno líquido mediante crioterapia. En estadios más avanzados, la solución pasa por la cirugía.

Respecto al melanoma, el 60% de los casos afectan a mujeres y la edad media de aparición se sitúa en los 55 años. La detección se produce a través de la aparición de lunares o de cambios en tamaño o aspecto de los existentes. Pérez Robayna puntualiza que la prevención es la principal herramienta para luchar contra el melanoma, teniendo en cuenta que su curación está estrechamente relacionada con la detección precoz de estas enfermedades.

En este caso, la especialista recuerda la necesidad de vigilar los lunares y realizar revisiones periódicas por parte de un dermatólogo, en especial en aquellos casos de personas con antecedentes familiares de melanoma y las de fototipos de piel clara.

Un diagnóstico temprano de la enfermedad permite mejorar sensiblemente los resultados. En este caso, explica la dermatóloga de hospital Parque, el tratamiento se realiza mediante cirugía, extirpando la parte afectada, y en casos más avanzados se combina con quimioterapia.

La dermatóloga de hospital Parque Nuria Pérez Robayna afirma que es necesario que la población tome conciencia de la importancia de la fotoprotección, en especial en el caso de las Islas, donde la incidencia de la radicación solar es mayor.