Mercedes Cueto es la directora gerente del Hospital de La Candelaria desde septiembre de 2007. Este año hace balance del medio siglo de historia del centro y de sus casi 10 años al frente de esta institución.

¿Qué ha sido lo más difícil en estos años?

Lo más difícil y lo más bonito es la gestión de las personas. Debemos de tratar a los pacientes como nos gustaría que nos tratasen a nosotros mismos. A veces transmitir esto a toda la organización es difícil, aunque yo sé que el reconocimiento es alto. Un valor que tenemos es que los profesionales se sienten identificados con La Candelaria. El valor "Yo soy de La Candelaria" está impregnando toda la organización. La parte más bonita y más complicada de conseguir es que toda la organización se mueva hacia conseguir los objetivos planteados. Sobre todo porque a veces lo más difícil son las limitaciones que tenemos en algunas estructuras del hospital.

Como en Urgencias. Son ustedes el hospital que más atiende y el que dispone de menos espacio.

Las Urgencias están diseñadas desde el año 90 y en este tiempo la asistencia y la tecnología han cambiado. Trabajar con la estructura que tiene el servicio de Urgencias hace más difícil percibir por parte del usuario la calidad del servicio que prestamos, porque yo no tengo duda de que la calidad científico-técnica es la adecuada. Hay un proyecto muy avanzado por parte de la Consejería y espero que en dos o tres años tengamos un edificio nuevo de Urgencias. Aumentaría el espacio, tendría un diseño más funcional con una parte para las Urgencias funcionales, para pediatría, para salud mental... A pesar de que tengamos una limitación en la estructura, hemos tenido una gestión proactiva de las urgencias en las etapas de mayor presión. Abrimos distintas partes del hospital para que el paciente, en vez de estar en un pasillo, pueda estar ingresado transitoriamente. Nos está permitido contar con hasta 56 camas más para que esos pacientes que están en fase de drenaje.

Usted fue nombrada en 2007 por una consejera del PP, pero se ha mantenido hasta hoy. ¿Cree que los cargos directivos deberían ser ajenos a la política?

Si tienes una empresa que puede manejar 300 millones, como puede ser un hospital de este nivel, yo pondría al mejor. Son puestos que se deben profesionalizar y que la permanencia esté vinculada a los resultados. Además porque si un directivo tiene un proyecto a desarrollar se necesita un tiempo también para que puedas ver culminarlo. Si hay cambios demasiado rápidos no se plasma ningún resultado en concreto.

¿Qué mejoras se han implementado en el hospital desde que usted asumió la gerencia?

Una de las líneas que más hemos trabajado ha sido la coordinación con atención primaria. Hemos puesto en marcha consultas entre médicos de primaria y especialistas online. Realizamos 72.000 consultas con esta fórmula al año. La ventaja que tiene es que permite que se conozcan los especialistas de ambos niveles; reducir la lista de espera y, además, se prioriza el tiempo de la atención. Si yo hago una consulta desde primaria al neurólogo y este considera que es algo grave, se le puede citar automáticamente. Ha tenido un impacto muy positivo en listas de espera y está implantada en prácticamente todas las especialidades.

Los enfermos crónicos son los que más recursos consumen, ¿qué han hecho para optimizar esta atención?

Trabajamos mucho con medicina interna, con cardiología, la hospitalización a domicilio que se ha puesto en marcha y se ha potenciado. Tenemos un equipo de trabajadoras sociales que intentan que el alta de los pacientes con algún tipo de limitación sea la más adecuada. Tenemos un proyecto de convalecencia. Una paciente operada de cadera va a necesitar una fisioterapia más activa; se la deriva al hospital de Ofra, donde hay personal de fisioterapia, médico, de enfermería que van a hacer un tratamiento global de esa persona para favorecer el alta a su domicilio.

¿Y para reducir la lista de espera?

Hemos potenciado la cirugía mayor ambulatoria, así como el funcionamiento de los quirófanos en horario de tarde. A pesar de los resultados, que evidentemente son mejorables, este hospital sí que ha ido disminuyendo la lista de espera quirúrgica. El año pasado conseguimos una reducción del 11 por ciento y, de hecho, la demora media para la lista de espera quirúrgica de este hospital es la menor de los cuatro hospitales grandes: 140 días.

Un reconocimiento a los profesionales del centro

Mercedes Cueto, especialista en Medicina Familiar y con dos máster en gestión y planificación de sistemas de salud, quiere reconocer la labor que hacen los profesionales. "Hemos aumentado la complejidad de las patologías que tratamos en el hospital. Esto quiere decir que nuestros profesionales cada vez están mejor formados. En el área de Servicios centrales no quiero olvidarme de que hemos puesto en marcha dos aceleradores nuevos, también la braquiterapia. En radiodiagnóstico, estamos abriendo ahora agendas de fin de semana para hacer escáner y resonancias durante el fin de semana. Y en medicina nuclear, la puesta en marcha durante mi etapa del PET. En el laboratorio, tenemos una máquina que procesa la analítica muy moderna y a lo largo de estos años hemos ido aumentando el número de pruebas que hacemos en el propio hospital".