La economía canaria afronta el futuro con perspectivas positivas pero sin resolver algunos desequilibrios que la han caracterizado tradicionalmente. Es más, determinadas debilidades se han acentuado. Es el caso de la especialización en la actividad turística, que se ha incrementado durante los años de la crisis, tal y como pone de manifiesto un estudio publicado en el último número de "Papeles de economía española", editado por la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas).

Pese a los peligros que supone esta concentración en un solo sector, el turismo es el principal artífice de que el producto interior bruto (PIB) de las Islas pueda volver en 2015 a tener "casi el mismo nivel" que registraba en 2008, tal y como pronostica esta investigación en el caso de que se cumpla la previsión de que la economía canaria cierre el año con un crecimiento del 3%

"En sí mismo, el mayor nivel de especialización de una economía no es un problema; sin embargo, la hace más vulnerable a los ciclos y a los factores, tanto internos como externos, que afecten a la actividad principal", exponen los autores del documento, incluido en un monográfico de la publicación sobre la forma en que las comunidades autónomas han resistido la crisis y cómo están saliendo de ella.

Según los investigadores -Santiago Rodríguez, Celia Dávila, Alejandro Rodríguez y Margarita Tejera, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria-, la "vulnerabilidad" que implica la dependencia de una única actividad pueden "dificultar logros como el de la reducción de la pobreza".

Por ello, insisten en la necesidad de abordar un reto "ya histórico": la diversificación de la economía. A juicio de los investigadores, Canarias debe acometer este desafío "favoreciendo el desarrollo industrial ligado a los productos agrarios canarios, a las energías renovables, tanto para la producción propia como para exportar su tecnología al continente vecino".

Creen, asimismo, que es necesario que esta diversificación se produzca también dentro del propio sector servicios, mediante el fomento de "nuevas actividades y modelos de negocio basados fundamentalmente en las nuevas tecnologías". El turismo, añaden, puede beneficiarse de estas innovaciones, que también tendrían "otro tipo de demandante". Como ejemplo, el estudio cita el comercio electrónico, "donde hasta la fecha los empresarios y consumidores canarios están claramente fuera del mercado". La eliminación de barreras administrativas es una condición que debe cumplirse para impulsar esta actividad e integrar el Archipiélago en el comercio electrónico mundial, argumenta.

Además de la mayor especialización, si cabe, en el turismo, la crisis "también ha traído cambios en el entramado empresarial". No se trata solo de que haya tenido lugar una "continua caída" en el número de empresas, sino de que, en términos relativos, esta pérdida ha sido más acusada en las sociedades de mayor tamaño. Este carácter de "microempresa" del tejido productivo isleño se puede resumir en una sola cifra: en 2014 las empresas sin asalariados representaban el 53% del total.

El estudio constata que, pese a que en 2015 empezó a revertir la destrucción empresarial, no se ha modificado esa tendencia a las empresas con pocos o ningún trabajador a sueldo, que "pueden encontrar mayores dificultades para incorporar avances técnicos" y para contribuir a la I+D+i.

La Rioja y Castilla- La Mancha, cara y cruz

La economía española registró entre 2008 y 2013 una contracción anual del 1,53%, mientras que en el primer año de recuperación creció el 1,26%. Ni durante la crisis ni durante la recuperación posterior, las regiones han tenido un comportamiento similar, aclara Funcas en un comunicado sobre el último número de "Papeles de economía española". Así, Castilla-La Mancha y Melilla registraron caídas en su PIB per cápita superiores a la media e incluso continuaron disminuyendo en 2014. Les siguen, aunque ya con leves crecimientos, Andalucía y Murcia. En el extremo contrario, se encuentran La Rioja, Madrid y Cataluña, donde el PIB per cápita cayó menos que la media durante la crisis y el cambio hacia una tendencia alcista en 2014 fue más significativo,

explica la Fundación de Cajas de Ahorros.