Las clases volverán a durar 60 minutos, al menos en los centros que así lo decidan. La Consejería de Educacióin se comprometió esta semana a modificar la normativa que regula las instrucciones para Educación Primaria, y que obligaba a los centros a programar las clases de tan solo 45 minutos. La idea es que partir del próximo curso los equipos directivos puedan escoger entre ambas opciones.

La norma había generado malestar entre algunos docentes, que encontraban dificultades para avanzar en la materia con tan poco tiempo. José Ángel Amador, miembro del sindicato Insucan, valora la decisión del departamento que dirige Soledad Monzón, que repercute especialmente entre los docentes que imparten especialidades, como es el caso de la enseñanza de una segunda lengua. Los alumnos pierden tiempo en el cómputo global de estas asignaturas, pero, además, es muy complicado sacar rendimiento a tan poco tiempo, explica. La decisión fue anunciada por representantes de la Dirección General de Personal en una mesa técnica celebrada el lunes en la que también se abordaron otros asuntos de interés para el profesorado, como la extensión de la voluntariedad de las prórrogas de destino y la ampliación de las plazas para el Plan para la Mejora de la Estabilidad de los Claustros Inestables (Promeci).

La imposibilidad de ofrecer clases de una hora "se limitó en 2014" y derivó en "multitud de quejas por parte de los especialistas, que insistían en que al final las clases, con el cambio de docente de una materia a otra, acababan reducidas a treinta minutos, y eso tenía un efecto claro sobre la formación".