Gobierno y oposición coincidieron ayer en el Parlamento en que Canarias necesita más inspectores de turismo. La plantilla asciende a 14 personas -siete inspectores en la provincia de Las Palmas, seis en la de Santa Cruz de Tenerife y un jefe de servicio-, de lo que se deduce una relación de un trabajador por cada 29.700 camas turísticas, y eso contando únicamente la oferta alojativa reglada, que se cifraba en 416.000 plazas al cierre del año pasado.

El portavoz de Nueva Canarias en la Cámara regional, Román Rodríguez, preguntó en el pleno por la situación de los inspectores turísticos al presidente del Gobierno, Fernando Clavijo, quien destacó que, "nada más llegar", el Ejecutivo que encabeza duplicó la plantilla. Aun así, reconoció que la dotación de personal en este departamento es "insuficiente".

Clavijo justificó la escasez de recursos humanos destinados a esta labor a las "restricciones" que han sufrido las administraciones para poder incrementar su personal. "No hemos podido hacer más, pero hay que seguir ahondando", afirmó el presidente.

Las explicaciones de Clavijo no contentaron al líder de NC. Rodríguez calificó de "imposible" la tarea de los inspectores de turismo dada su exigua dotación y recordó que el Archipiélago es "uno de los destinos turísticos más importantes del mundo". La dejación de las funciones inspectoras para controlar prácticas irregulares -habló de decenas de miles de plazas "alegales o ilegales"-, la economía sumergida o la competencia desleal, opinó, produce una "mala imagen que solo se corrige con inspección".

Ante la alusión al deterioro de la imagen del destino, Fernando Clavijo tiró de "sabiduría popular". "No hablemos así de la burra, que no la vendemos", aconsejó. El jefe del Ejecutivo confió en que la colaboración de los sindicatos y la ciudadanía, sumada a los efectos desincentivadores de las sanciones a los incumplidores, contribuya a mantener a raya las infracciones de la normativa turística.

Bonificación del 75% frente a tarifa plana

El presidente del Gobierno, Fernando Clavijo, insistió ayer en que es "una buena noticia" que el Ministerio de Fomento haya anunciado su voluntad de negociar ante la Unión Europea una tarifa plana para los vuelos interinsulares en los dos archipiélagos españoles. Sin embargo, el Ejecutivo autonómico no confía demasiado en que las autoridades comunitarias den su visto bueno a esta iniciativa y ha optado por una nueva estrategia, contemplada en principio como una alternativa en caso de que fallase la de aplicar una tarifa plana: el aumento de la bonificación al transporte de los residentes en las Islas del 50% actual al 75%, tanto para los desplazamientos en avión como en barco.

Clavijo esbozó este cambio de táctica durante su respuesta a una pregunta de Asier Antona, presidente del grupo parlamentario del PP, que, pese a defender el abaratamiento de los billetes aéreos entre islas, recomendó "cautela" ante medidas que "pueden ir en el camino contrario a lo que se pretende", en referencia a los efectos que pueda tener una intervención en los precios y el mercado.

El presidente pareció darle la razón al aconsejar al Gobierno central que "no se enfrasque" en una negociación con la Unión. "No necesitamos de la autorización de la UE. Basta con subir del 50% al 75% la bonificación, para lo que hace falta poner 35 millones de euros más".

Más claro aún lo vio el portavoz del grupo mixto (ASG), Casimiro Curbelo. "No hay que esperar a que la Unión Europea defina lo que hay que hacer", sostuvo el también presidente del Cabildo de La Gomera. Además de felicitar a Clavijo por incorporar el transporte marítimo a la demanda de ampliación del descuento, Curbelo le instó a defender que la bonificación para las islas periféricas -"especialmente La Gomera y El Hierro"- alcance el 100%. Su sugerencia no prosperó: "No aspiramos a privilegios ni a que nos regalen nada", le contestó el presidente.