El desempleo y la precariedad han tenido un efecto devastador en todo el país, pero los hogares canarios han sido los más golpeados por la crisis. Las familias del Archipiélago son las que más dificultades encuentran hoy para llegar a final de mes (34,9%) y las que menos imprevistos pueden permitirse (67,7%). Estas cifras son alarmantes, pero no novedosas; reflejan un problema estructural. En 2008 la región ya estaba a la cabeza en ambos indicadores, que desde entonces han aumentado a un ritmo más elevado en las Islas que en el resto de España.

A estos datos, incluidos en la Encuesta de Condiciones de Vida 2015 que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), hay que añadir que Canarias continúa siendo una de las cuatro regiones con más riesgo de pobreza (28,5%), que, además, ha crecido un punto en el último año. Por encima se situaron Andalucía (35,7%), Región de Murcia (31,8%) y Extremadura (29,0%). Por su parte, Comunidad Foral de Navarra (9,6%), País Vasco (10,9%) y Cataluña (13,9%) presentaron las tasas de riesgo de pobreza más bajas.

El umbral de riesgo de pobreza se fija en el 60% de la mediana de los ingresos por unidad de consumo de las personas. Por tanto, la población en riesgo de pobreza es un indicador relativo que mide desigualdad. No mide pobreza absoluta, sino cuántas personas tienen ingresos bajos en relación al conjunto de la población.

Los canarios también son los que menos posibilidades tienen de irse de vacaciones una semana al año (57,9%) y quienes más retrasos tienen en el pago del alquiler o la hipoteca (18,1%). Estos porcentajes tampoco han dejado de crecer desde que empezaron las dificultades económicas, algo que no ha ocurrido en el resto del país.

En el momento de realizar la encuesta (primavera de 2015), el 13,7% de los hogares españoles llegaba a final de mes con "mucha dificultad", un porcentaje 2,4 puntos menor al registrado el año anterior. Además, el 39,4% de las familias declaró ser incapaz para afrontar gastos imprevistos, frente al 42,4% del año 2014, y el 40,6% dijo que no podía permitirse una estancia fuera de casa al menos una semana al año. Este porcentaje es 4,4 puntos inferior al cuantificado doce meses antes, lo que demuestra que ha habido una mejoría considerable que no ha tenido reflejo en Canarias.

Por último, las comunidades autónomas con mayor porcentaje de población en el grupo de menores ingresos (primer quintil) son Andalucía (32,6%), Región de Murcia (28,0%), Castilla-La Mancha (26,7%) y Canarias (26,6%).

La renta media por hogar fue de los 22.261 euros, más de 2.000 euros menos que en 2008. Así y todo, experimentó un incremento con respecto al año anterior de alrededor de 700 euros. En España, en cambio, fue de 26.092, una cantidad ligeramente superior a la de 2008 (28.787) y un 0,2% inferior a la de 2014.

La formación mejora el nivel adquisitivo

Estar más formado sigue siendo un aval para tener un nivel adquisitivo mayor. Según los datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística en la Encuesta de Condiciones de Vida, el 41,8% de la población que cuenta con educación superior estaba dentro del quinto quintil, es decir, en el grupo con mayor renta del país. Por actividad, casi la mitad de los desempleados estaba dentro de este grupo, lo que demuestra la vulnerabilidad de este colectivo, especialmente de aquellos que llevan años buscando un empleo.

Si se analizan estos datos por nacionalidades, los españoles tampoco salen bien parados. El 16,7% de los españoles estaba en el primer quintil frente al 30,0% de los extranjeros de la Unión Europea y del 51,7% para las personas cuya nacionalidad no es de un país de la UE. Por tamaño de hogar, en el primer quintil se encontraba el 36,8% de los hogares con cinco miembros o más, mientras que en el quinto quintil solo el 14,1%.

La Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) se realiza con carácter anual en todos los países de la Unión Europea. Se realizó por primera vez en 2004. Se lleva a cabo durante la primavera de cada año, normalmente entre marzo y junio, y su objetivo principal es proporcionar información sobre la renta, el nivel y composición de la pobreza y la exclusión social en España. Permite comparar datos por regiones y también por países. Para ello se recogen los ingresos del año natural anterior a la entrevista.

Entre sus utilidades, la encuesta destaca por constituir un elemento de referencia fundamental para el seguimiento del Plan Nacional de Acción para la Inclusión Social.

Los hogares sin niños dependientes, los menos pobres

El 37,5% del total de personas que vivían en hogares formados por un adulto con hijos dependientes a cargo se situaban en riesgo de pobreza en 2015. La menor tasa de riesgo de pobreza se daba en los hogares formados por dos adultos sin niños dependientes, con un 15,2%.

22.261 euros fue la renta media en Canarias por hogar en 2015. Los ingresos suponen más de 2.000 euros menos que un año antes. En España, en cambio, este indicador mejora levemente y se sitúa en 28.787 euros.

Vínculo entre el riesgo de pobreza y la educación

Respecto a la importancia que tiene el nivel de formación, el 29,9% de la población que ha

alcanzado un nivel educativo equivalente a primera etapa de educación secundaria estaba

en riesgo de pobreza en la ECV de 2015 (con ingresos del año 2014). Por su parte, cuando

el grado alcanzado es la educación superior, dicha tasa se reducía hasta el 9,8%.

28,5% de la población en riesgo de pobreza. Esta tasa ha disminuido en España, pero en Canarias se ha incrementado un punto en un año.

Más personas con menos ingresos

El 26,6% de los canarios está entre los que menos cobran. El primer quintil corresponde al primer grupo de personas, es decir, al 20% con menores ingresos.

57,9% no puede irse de vacaciones. Los canarios no son solo los que menos imprevistos pueden afrontar o los que más impagos de alquiler o hipoteca arrastran, sino que tampoco pueden irse una semana de vacaciones al año.

La mitad de los parados, en riesgo de pobreza

No tener trabajo aumenta significativamente el riesgo de caer en la pobreza. Según la encuesta, el 44,8% de los parados españoles estaba en riesgo de pobreza y el 10,3% de los jubilados se encontraba por debajo del umbral de riesgo de pobreza. La cobertura social actual, por tanto, es incapaz de asegurar una vida digna.