El presidente de Canarias, Fernando Clavijo (CC), asegura que esta comunidad autónoma "no va a aguantar más" ser la peor financiada de España, ni aceptará que se abra un debate de la reforma de la Constitución que no recoja sus singularidades, que considera más evidentes que las de Cataluña.

"Yo creo que Canarias es a todas luces más singular que Cataluña, empezando desde su propia concepción física como archipiélago, siguiendo por su lejanía y terminando por que estamos en otro continente que no es el europeo", defiende el dirigente nacionalista, en una entrevista con motivo de su primer año al frente del gobierno de la comunidad autónoma.

Fernando Clavijo (La Laguna, 1971) matiza que a los nacionalistas canarios les parece "fantástico" que se reconozcan las singularidades de Cataluña, el País Vasco o Galicia, pero exige que no se posterguen más los compromisos con una región que se siente especialmente castigada por los recortes, a pesar de haber cumplido ejercicio tras ejercicio con los objetivos de déficit.

"Nosotros lo tenemos claro: la financiación autonómica, el Régimen Económico y Fiscal (REF) y que la Constitución fije nuestra condición de región ultraperiférica", explica el presidente.

Clavijo advierte de que CC no va a dar su apoyo tras las elecciones del 26 de junio a ningún partido que no acepte negociar con Canarias esas tres demandas, que pueden resumirse en elevar el rango del REF para que el presupuesto del Estado de cada año no deje sin contenido su principio fundamental: que las islas no pueden recibir menos financiación del Estado que la media de las CCAA (algo que se viene incumpliendo desde hace años con el aval del propio Tribunal Constitucional, que ha sentenciado que una ley, la de presupuestos, puede imponerse sobre otra ley, la del REF).

El presidente canario recuerda que los últimos años han demostrado que las reformas constitucionales no son tan complejas: "El PP y el PSOE", subraya, "se pusieron de acuerdo para modificar de manera exprés la Carta Magna para someter a una intervención de hecho a todos los ayuntamientos de España".

Clavijo asume que en un escenario como el que pueden deparar las próximas elecciones, con un Congreso "fragmentado", puede no ser fácil abordar los grandes debates que considera necesarios en España, pero demanda que, al menos, Hacienda deje a Canarias gastar lo que ingresa, sin elevar el déficit.

El presidente canario recuerda que en estos momentos la economía de Canarias crece con más vigor que la del conjunto de España, que su tasa de paro (que llegó a superar el 30 %) se está reduciendo y que los cálculos de su Ejecutivo indican que la mejor situación le va a permitir recaudar este año unos 120 millones más que en 2015.

Sin embargo, y pese a cumplir con el límite de déficit los dos últimos años y presentar en estos momentos superávit, la regla de gasto marcada por el Ministerio de Hacienda le impide destinar esos recursos adicionales a otra cosa que no sea reducir deuda pública.

"Eso puede parecer fantástico, pero recuerdo que Canarias es la comunidad autónoma con menos deuda per cápita de todo el Estado. Eso significa que nuestros hijos no tendrán que devolver esos préstamos en el futuro, pero ahora tenemos problemas acuciantes a los que dar respuesta, personas que pasan mal a las que atender. Yo estoy de acuerdo en no agravar el problema, en no elevar el déficit, pero oiga, déjeme solucionar los problemas", argumenta.

Clavijo siente que, en esto, el archipiélago está pagando por las comunidades incumplidoras, que "podrán llegar hasta el 0,7 de déficit y seguir endeudándose, agravando el problema de este país, mientras Canarias no puede gastar lo que está recaudando para invertirlo en mejorar los servicios públicos esenciales".

El presidente canario admite que el hecho de Canarias aparezca reiteradamente en varios estudios entre las comunidades con peor sanidad, servicios sociales y atención a la dependencia puede revelar una falta de acierto en la gestión, pero defiende que la raíz del problema está en que Canarias recibe 700 millones al año menos de lo que le correspondería si se la tratase como a la media.