Canarias acoge ya a dos menores refugiados sirios procedentes de Melilla. Este acogimiento se produce tras el compromiso adquirido por la vicepresidenta del Gobierno de Canarias, Patricia Hernández, con la representante en España del Alto Comisionado de Naciones Unidas para el Refugiado (Acnur), Francesca Friz-Prguda, para que el Archipiélago pudiera acoger e integrar a los menores que fueran necesarios.

El proceso de acogida se ha podido realizar una vez que el Estado ha concedido la autorización para el traslado de estos dos menores que mostraron su predisposición para viajar a Canarias.

La Consejería de Políticas Sociales ha iniciado el proceso de atención e integración de los menores, que en la actualidad se encuentran bajo la tutela y protección del Gobierno Autónomo en un centro de La Palma. La intención es que puedan trasladarse en breve a un piso tutelado.

La también consejera de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda, Patricia Hernández, mostró ayer su disposición a mantener este programa de acogimiento e integración de los menores trabajando en estrecha colaboración con Acnur, tal y como anunció hace varios meses tras su reunión con Francesca Friz-Prguda.

Desde un primer momento Canarias se posicionó como tierra de acogida y se ha puesto a disposición del Estado para la acogida de refugiados sirios poniendo todos los recursos necesarios para ello.

Otra prueba de ese compromiso es el viaje que ha realizado estos días el presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, a la isla de Samos, en Grecia. "La aparición de nuevos cadáveres en el mar Egeo -más de 300 desaparecidos en la isla de Creta- ratifica la necesidad de que exista una política permanente de la Unión Europea en las islas más afectadas por la actual crisis migratoria para evitar nuevos naufragios, garantizar la seguridad y apoyar con más recursos a los municipios y a las organizaciones no gubernamentales", subrayó el presidente.

"La celebración de la conferencia internacional convocada por la Unión Central de Municipios de Grecia (KEDE) puede ser el punto de partida para que las islas europeas, los territorios más frágiles en los procesos migratorios, presionen conjuntamente a Bruselas para que asuma que no se trata de un fenómeno coyuntural sino una realidad con la que tendremos que aprender a convivir", indicó.

En la visita al puerto de Vathi, que durante muchas semanas sirvió como centro improvisado de acogida de los emigrantes, el presidente apuntó que "los movimientos migratorios hasta las puertas de Europa no son intermitentes y, pese a ello, los países de la UE solo reaccionan -o nos hacen entender que les preocupa- cuando las tragedias pueblan de cadáveres las playas de las islas griegas, de Lampedusa, la costa de Tarajal o, no hace muchos años, las aguas de Canarias en aquella fatídica crisis de los cayucos que convirtió nuestra franja marítima en un auténtico cementerio".

"Es más que evidente -añadió- que no existe una única solución para afrontar un problema tan sumamente complejo. Como también es evidente que nos seguiremos alejando de una respuesta más eficaz mientras sigamos rehuyendo un debate que debe ser afrontado como un asunto comunitario de carácter prioritario. La respuesta no puede ser únicamente el blindaje de nuestras fronteras", advirtió.