Conoce muy bien el funcionamiento de la Universidad. Ciro Gutiérrez viene del mundo académico, es profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, pero, además de impartir docencia, ha desarrollado labores de gestión. El puesto que tuvo como director del Gabinete de Calidad hace que ahora pueda hablar del presente y el futuro de la enseñanza superior con conocimiento de causa. Desde hace casi un año está al frente de la Dirección General de Universidades, que se plantea el reto de implantar un nuevo modelo de financiación para los dos centros públicos de las Islas.

¿Cuál es el diagnóstico que hace de las universidades canarias ahora que ha podido examinarlas más detenidamente como director general del área?

Tenemos unas buenas universidades públicas dentro de los parámetros en los que se sitúa Canarias, con las problemáticas que tenemos de financiación y de estructura social y económica. Podrían ser excelentes -y estamos trabajando para que lo sean-, pero ahora mismo podemos decir que tenemos unas buenas universidades dentro de nuestro contexto.

¿Qué modelo de financiación prefiere: un contrato programa o una ley de financiación?

Estamos trabajando para lograr un acuerdo entre las partes, pero tenemos que superar la terminología de contrato programa. Para ello estamos elaborando un diagnóstico y detectar dónde están los problemas. El objetivo es plantear una financiación que garantice que las universidades pueden hacer una planificación plurianual, sin la incertidumbre actual, pero al mismo tiempo que el Gobierno pueda decir a las universidades qué tipo de educación y de instituciones superiores quiere. Por supuesto, además de plantear objetivos, las universidades tienen que tener una financiación básica y tenemos que darles dinero para mantenimiento e infraestructuras. Es una reivindicación repetida por los centros, especialmente por La Laguna, que entendemos. No se trata de construir edificios nuevos, sino de poder mantener los que tienen.

¿Hay algún asunto que haya que corregir?

Hay un asunto que me preocupa porque soy docente y mi formación es psicopedagógica. Las tasas de rendimiento en nuestras universidades son bajas y eso no tiene razón de ser, no tiene sentido. Es verdad que no somos de las universidades más potentes en parámetros de investigación y debemos seguir trabajando para ser buenas universidades en este campo, pero somos conscientes de que las universidades que más investigan están en países y regiones con una gran tradición en este sentido. Aquí la investigación es muy baja y eso afecta a las universidades. Eso no quiere decir que no tengan que mejorar en investigación y haya que buscar la excelencia, pero hay ciertas dificultades añadidas. Sin embargo, en la parte académica no se entiende. Las universidades deben estar preocupadas, y nosotros también lo estamos, por tener un rendimiento bajo, porque no tenemos ninguna razón para tenerlo. Esa es una de las cuestiones que estamos analizando. También los títulos de másteres... Es posible que la oferta no esté muy adaptada a la realidad. Estamos haciendo ese diagnóstico para tener claros criterios y objetivos y plantear unas pautas en ese modelo de financiación. En cualquier caso, apuesto más por un acuerdo, y luego, si el Parlamento lo quiere convertir en una ley, es cuestión del Gobierno. Para nosotros, como Consejería, tener un modelo de financiación estable, plurianual y acordado entre las partes es suficiente.

¿Estará para el próximo año?

Estamos trabajando para que esté, pero hay muchas cosas que están en el aire. El modelo de financiación autonómica, la regla de gasto... Hay cuestiones que no dependen de esta Dirección General, sino de una serie de obstáculos que tiene Canarias a la hora de invertir.

La Universidad de La Laguna ha elaborado un plan urgente para infraestructuras valorado en 15 millones de euros. ¿Van a contribuir?

Nosotros tenemos ese plan sobre la mesa, pero tenemos un problema de la financiación de Canarias ahora mismo. Perdemos 700 millones al año. Tenemos que terminar de cerrar todas estas cuestiones para saber lo que podemos destinar a la educación superior.

¿Se podría usar parte de los famosos fondos IGTE para infraestructuras de este tipo?

Los fondos IGTE son una apuesta del presidente concreta para dinamizar la economía, más que para infraestructuras... Hay que buscar otros fondos para las infraestructuras universitarias y mantenerlos en el tiempo.

¿Los empresarios valoran a los universitarios canarios?

Sí. Ya ningún empresario, cuando va a contratar a algún titulado, opta antes a uno de la Complutense que de La Laguna o de Las Palmas de Gran Canaria. Es más, ahora, con el Espacio Europeo de Educación y la obligatoriedad de las prácticas, hemos constatado que muchos se quedan en las empresas trabajando luego. Creo que hay una buena valoración de los empresarios y de toda la sociedad canaria.