El presidente de Ashotel, Jorge Marichal, ha instado a los profesionales del sector turístico a desmontar el "falso mito" de la economía colaborativa aplicada al turismo. "Llamemos a las cosas por su nombre y empecemos a hablar del turismo colaborativo como lo que realmente es: un auténtico negocio que no tiene nada que ver con una actividad solidaria o gratuita", dijo el dirigente empresarial.

Así lo ha señalado durante su intervención en la mesa redonda sobre economía colaborativa del Gran Debate Hotelero, organizado por el Grupo Vía en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés de la capital tinerfeña.

Jorge Marichal, quien insistió en que existe un voluminoso intercambio económico en esta modalidad turística, recordó que portales como AirBnb, que comercializan millones de alquileres vacacionales en todo el mundo, incluida Canarias, tienen un valor de más de 24.000 millones de dólares.

"Si los hoteles se inventaron fue por algo; nosotros no hemos creado la economía de escala", afirmó Marichal, quien hizo referencia a las más de 60 normas y leyes que cumplen los establecimientos turísticos en el archipiélago, frente a las "escasas tres o cuatro normas que deben cumplir las viviendas vacacionales en las islas".

Durante su intervención, Marichal añadió que el modelo turístico ''tradicional'' en Canarias está basado en la separación de usos del suelo y es "el que ha permitido a las islas ser un destino de éxito durante todos estos años".

"No me vale el argumento de que porque exista esta modalidad haya que aceptarla tal cual; me valdría si todos jugáramos con la misma baraja", consideró el presidente, una postura que comparten la vicepresidenta de Ashotel, Victoria López (directora general de Grupo Fedola-GF Hoteles), y el consejero de Ashotel, Javier Muñoz (director de Operaciones en Canarias y Cabo Verde de Iberostar).

Además, citó algunos ejemplos de lo que está sucediendo en algunos destinos europeos, como la reciente restricción del alquiler vacacional en Berlín a través de plataformas tipo AirBnb o las multas impuestas por Barcelona a esta misma empresa por anunciar pisos turísticos ilegales.

Por su parte, Victoria López indicó que el esfuerzo de los hoteleros canarios por mantener el nivel de calidad del destino y el volumen de empleo que generan los establecimientos turísticos legales "se va al traste" en un modelo como el del alquiler vacacional en zonas en las que no está permitida esta fórmula.

"Las viviendas vacacionales caben aquí, pero siempre en las áreas establecidas por la normativa", afirmó la vicepresidenta de Ashotel, en alusión al decreto del Gobierno de Canarias de mayo de 2015 que regula esta actividad y separa los usos turístico y residencial, entre otros aspectos.

Javier Muñoz ahondó en la idea de Jorge Marichal sobre la incorrecta definición de economía colaborativa. "Este concepto es una falacia tal y como se concibe hoy día", consideró. El máximo responsable de Iberostar en el archipiélago opina que esta fórmula está haciendo daño a la convivencia de modelos y a la economía en general.

En una postura diferente se manifestó Javier Suárez, director del Hotel Princesa Yaiza de Lanzarote y de Fariones Hotels, quien consideró que si este modelo turístico existe, "debemos adaptarnos y buscar fórmulas de convivencia, pero por ponerle puertas al campo no lograremos que este sistema deje de existir".

MODELO PARA CANARIAS.

El presidente de los hoteleros de la provincia tinerfeña consideró también que lo importante en este debate es que "el modelo que puede valerle a Albacete, por ejemplo, no tiene por qué adaptarse a lo que necesitamos en Canarias".

"Debemos pensar en el futuro de estas islas y desde mi punto de vista el modelo que más retorno reporta a la sociedad y a la economía es el que tenemos hoy; si tenemos claro que nuestro sistema funciona, ¿por qué vamos a acabar con él?, se preguntó.

Durante la presentación del Gran Debate Hotelero, el consejero de Turismo del Cabildo de Tenerife, Alberto Bernabé, recordó a los hoteleros que ahora es "el momento para renovar", y que las acciones integrales que llevan a cabo algunos empresarios y que permiten rehabilitar las plantas alojativas obsoletas "deben servir de estímulo para los que no han renovado aún". "Quien no renueve ahora que puede, que no pretenda después vivir del éxito de los que no lo han hecho", advirtió.