De pequeña siempre decía que quería ser notaria, aunque hasta hace unos años no tenía ni idea de en qué consistía la profesión. Sofía Alonso, que cursa segundo de Bachillerato y en septiembre comenzará la carrera de Derecho, puede ser una de las mujeres que continúen "feminizando" el notariado. "Supongo que iré descubriendo mi vocación a medida que vaya estudiando, pero me gustaría poder ayudar a la gente de la manera en que lo hacen los notarios", dice. Ya más de la mitad de los aspirantes que opositan en todo el país son mujeres. Para descubrir mejor en qué consiste, Sofía pasó todo el día de ayer con el notario Juan Manuel Polo García. Más allá de en qué consisten sus tareas habituales -testamentos, actas, poderes...-, el notario quiso explicar a Sofía la lección más importante para su vida: "Cuando te digan que algo es difícil piensa que siempre hay que aspirar a lo máximo; para bajar siempre hay tiempo. Tengo 53 años y he conocido a muy pocos genios, tres o cuatro. Los demás somos muy normales. Lo único que nos diferencia es que tenemos detrás mucho esfuerzo y trabajo".

Según el Consejo General del Notariado, el Archipiélago cuenta hoy con 98 plazas de notario, un 3% del total nacional, que garantizan el acceso de todos los ciudadanos a este servicio público. Entre las dos provincias hay 112 notarías, 53 en la oriental y 49 en la occidental. Es una profesión que con el tiempo se ha ido haciendo cada vez más joven: el 53% de sus integrantes no supera los 50 años. Además, en Canarias, al igual que en el resto del país, hay más notarios que notarias, aunque en las últimas promociones los porcentajes están mucho más ajustados. De hecho, de los 90 nuevos notarios de la promoción de enero de 2016, 41 fueron hombres y 49 mujeres.

Polo es el primer notario de su familia. No se planteó la posibilidad de encauzar su carrera profesional hacia el notariado hasta el último año de estudios. A pesar de la "mala fama" que tienen estas oposiciones, él aprobó el examen de acceso a la primera, tres años después de empezar a preparárselo.

Polo lleva ya unos cuantos años en Tenerife, pero no olvida todos los destinos que conoció gracias a la profesión. Comenzó en un pueblo de Badajoz de apenas 3.000 habitantes y después de pasar por diferentes destinos - "mi hija nació en Lérida"- llegó a principios de la década pasada a la Isla. "Todo lleva un aprendizaje en esta vida. Es importante empezar en localidades con pocos habitantes; no porque los asuntos sean sencillos, sino porque así puedes dedicarle mucho más tiempo que si estás en una gran ciudad".

Sofía tampoco tiene antecedentes familiares. El único ejemplo de su casa es su hermana mayor, que estudia Derecho. No obstante, su vocación viene de atrás. "Me gusta Derecho porque puedo ayudar a la gente".

En general, entre 2007 y 2014, descendió la práctica totalidad de los servicios notariales en las Islas. Los actos relacionados con operaciones urbanísticas también disminuyeron: solo los créditos, los préstamos y las garantías hipotecarias descendieron un 77%. En cambio, subieron las herencias (9%) y los testamentos y últimas voluntades (4%). Estos actos son los más duros para el notario: "Mucha gente ha llorado aquí dentro porque tiene que tomar decisiones muy dolorosas con respecto a sus hijos". Por fortuna, también ha sido testigo de reconciliaciones.

Sofía aún no tiene claro si acabará dando fe de todo ello, pero ayer se llevó a casa un consejo valioso. Polo le insistió en que no permita que nadie le diga hasta dónde puede llegar. La suerte tendrá algo que decir, pero la palabra definitiva la tiene en muchos casos el tesón.

Juan Manuel Polo García

notario de san cristóbal de la laguna

Sofía Alonso Baños

futura estudiante de derecho