El PP de Lanzarote se ha sumado hoy a la demanda de dotar a la isla de una autoridad portuaria propia, una iniciativa promovida por la Cámara de Comercio local que considera que "es de justicia" la organización política, que critica las "trabas al desarrollo" de quienes la rechazan.

"Lanzarote ha alcanzado la mayoría de edad y es de justicia que tenga una autoridad portuaria propia", afirma el candidato del PP al Senado por la isla Joel Delgado en un comunicado difundido en el marco de su campaña electoral, donde expresa "su compromiso con la autonomía del puerto para ganar en competitividad y nuevas estrategias de negocio".

"Mi compromiso es total a la hora de defender y pelear porque nuestro puerto sea autónomo y estemos en condiciones de elaborar nuestras propias estrategias", subraya a ese respecto el político, que secunda además el discurso de la Cámara de Comercio de Lanzarote contra la gestión desarrollada en la isla por la Autoridad Portuaria de Las Palmas.

Delgado opina que "el hecho de depender administrativamente de Las Palmas no ha beneficiado mucho a Lanzarote durante los últimos años" y plantea que "el puerto de Arrecife ha alcanzado ya una estructura y un volumen que justifican sobradamente la creación de un ente propio".

Por esas razones, "es inadmisible que desde Las Palmas se nos sigan poniendo trabas al desarrollo portuario de Lanzarote, limitando las oportunidades estratégicas que se nos brindan con otros mercados y coartando el potencial que tiene nuestra isla por su situación geográfica", sentencia el candidato popular.

El aspirante a senador afirma que, en consecuencia, la creación de una autoridad portuaria de Lanzarote es uno de "los asuntos prioritarios" que defenderá en Madrid, donde apuesta por demandar, además, que se establezca en la isla un puesto de inspección fronteriza propio para analizar los productos procedentes de países no comunitarios y reducir los costes añadidos que ocasiona el hacerlo en Gran Canaria.

Puesto que "el hecho de rebajar los costes portuarios contribuirá a reducir el precio de estos productos alimenticios y abaratar la cesta de la compra, que es precisamente una de las grandes batallas que tenemos como consumidores desde hace años, debido, en gran medida, a los sobrecostes por la doble insularidad", argumenta Joel Delgado.