El voluntarismo y la concienciación son importantes para mejorar el tratamiento de residuos e impulsar la llamada "economía circular" -basada en la transformación de los residuos en recursos-, pero sin un incentivo económico pueden quedarse en el terreno de las buenas intenciones. Ese es el espíritu que inspira algunas de las propuestas de la patronal hotelera y extrahotelera de la provincia (Ashotel) en materia de políticas públicas de recogida y reciclaje, orientadas a que las tasas que pagan los establecimientos se adecuen a los desechos que generan.

El gerente de la asociación, Juan Pablo González, detalló hace unos días en el congreso Tenerife Más Sostenible algunos datos con los que estimular la reflexión: cada cama hotelera produce 1,8 kilos de basura al día frente a los 1,6 del residente y, sin embargo, las tasas que pagan las empresas a los municipios duplican las que pagan los vecinos (0,11 euros por kilo frente a 0,05).

El asunto, advierte el director de Innovación y Desarrollo de Ashotel, Enrique Padrón, es "complejo", pero los empresarios creen necesario promover el debate. "Proponemos lo mismo que proponen otros expertos: pagar por lo que se tira". En la actualidad, la tasa de los hoteles y apartamentos se vincula solo al número de plazas alojativas. No hay diferencias entre lo que abonan cuando el establecimiento está lleno o cuando está medio vacío, ni siquiera entre lo que pagan los que generan escasos residuos, porque hacen un esfuerzo por reciclarlos o por minimizarlos, y los que no se esmeran especialmente en este aspecto.

La modulación de las tasas, de forma que sean "más inteligentes", es, según la patronal, la única vía para empujar a hacerlo mejor. "Si pagas lo mismo tengas la ocupación que tengas o produzcas 50 o 100 kilos de residuos, nunca conseguiremos esfuerzos para reducir la generación", advierte Padrón. "Tocar el bolsillo" parece, así, la clave para que se generalicen las buenas prácticas. El medio para aplicar estas tasas variables será la tecnología: ya hay ciudades que utilizan aplicaciones tecnológicas que permiten conocer y registrar el peso de los residuos que se depositan en el contenedor.

Una de las contradicciones que el gerente de Ashotel expuso durante su intervención en Tenerife Más Sostenible es que, de hecho, a las empresas con más responsabilidad en este aspecto les resulta más caro que a las menos implicadas. La puesta en marcha de un sistema de gestión y auditoría medioambientales (EMAS) requiere "tiempo y esfuerzo" e implementarlo y certificarlo "cuesta un dinero", apunta su compañero Enrique Padrón. El director de Innovación y Desarrollo de la patronal alojativa sugiere la posibilidad de destinar incentivos a los establecimientos que cuenten con este sistema -aún escasos: 22 en Tenerife-, un premio que, a su vez, puede servir de estímulo para los que todavía no se han decidido a adoptarlo.

Ashotel es consciente de que la situación es desigual tanto entre las empresas como entre los ayuntamientos. No todos los hoteles y apartamentos cumplen como deberían con las exigencias en materia de compras responsables y separación y reciclaje de residuos -hay "ovejas negras", admite Padrón-, lo que obliga a afanarse en la concienciación, mientras que, a pesar del esfuerzo "tremendo" que realizan los municipios turísticos, los hay que disponen de recursos suficientes y otros que no tienen un servicio de las dimensiones necesarias para atender enclaves con una considerable población flotante. "Es un trabajo de todos", observa el dirigente empresarial.

las claves

Generación. Cada cama hotelera genera 1,8 kilos de residuos al día, frente a los 1,6 de un residente, según los datos del Observatorio de Residuos de Tenerife expuestos por Ashotel en el congreso Tenerife Más Sostenible.

Tasas. El sector turístico paga en tasas una media de 0,11 euros por kilo a los municipios, mientras que los residentes abonan menos de la mitad: 0,05 euros el kilo.

Toda una ciudad. Los hoteleros calculan que con lo que el sector paga por tasas de residuos en Tenerife se podría sostener el servicio municipal de basuras de los 150.000 habitantes de La Laguna.

Menos recuperación. La tasa de recuperación de envases ligeros y papel y cartón en los municipios turísticos de la Isla es inferior en casi un 30% que en los no turísticos, aunque Ashotel reivindica que el sector es "un aliado en la economía circular"