El sector turístico de Canarias asiste hoy al referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea con inquietud, pendiente de cómo puede afectarle la decisión de su principal cliente, que le aporta cada año 3,98 millones de visitantes y 4.843 millones de euros de gasto.

Según la Encuesta sobre Movimientos Turísticos en Frontera de 2014 (última de la que se disponen datos del año completo en cada una de las islas), 3.980.985 británicos eligieron ese año el archipiélago para pasar sus vacaciones, cifra que representa casi uno de cada tres turistas en islas (30,64 %), españoles incluidos.

El destino preferido de los británicos en Canarias es la isla de Tenerife, con 1,78 millones de turistas en 2014; seguido de Lanzarote, con 1,09 millones; Gran Canaria, con 560,926; Fuerteventura, con 510.455; y La Palma, con 16.487.

De acuerdo con el detalle de Frontur que facilita el Instituto Canario de Estadística, la isla más dependiente del turismo británico es Lanzarote, donde los ciudadanos del Reino Unido suponen el 52,38 % de los extranjeros que llegan a ella cada año.

Le sigue Tenerife, con una presencia de británicos que representa el 43,78 % del turismo extranjero en la isla; Fuerteventura, con un 27,18 %; Gran Canaria, con un 17,92 %; y La Palma, con un 15,18 %.

La distribución de estos turistas a lo largo del año no es homogénea (en Canarias, la temporada alta coincide con el otoño-invierno), pero teniendo en cuenta que la estancia media más frecuente es la de una semana, la afluencia de casi cuatro millones de turistas a las islas cada ejercicio puede suponer que cerca de 77.000 británicos están en alguna de las islas cada semana.

¿Cuanto gastan? Según la encuesta Egatur que elaboran el Ministerio de Turismo y el Instituto Nacional de Estadística, los turistas británicos se dejaron 4.843,26 millones de euros en sus vacaciones en Canarias durante 2015.

Esa cifra representa el 31,15 % de todo el gasto turístico (incluido el nacional) en las islas, que asciende a 15.369 millones de euros. De hecho, el gasto turístico británico triplica con creces el que generan los turistas españoles en Canarias (1.316 millones).

El sector turístico de Canarias teme al "Brexit" porque la salida del Reino Unido de la UE puede hundir la cotización de la libra, lo que encarecería significativamente a los británicos sus vacaciones en las islas y les animaría a buscar destinos más baratos.

La última vez que la libra se depreció con fuerza frente al euro fue en 2009. En ese momento, llegó a cotizarse a 1,13 euros, mientras que a día de hoy se paga a 1,30, lo que implica que las mismas mil libras en el bolsillo de un turista británico le aportan ahora 170 euros más para gastar en su viaje a Canarias que en 2009.

En ese año de devaluación de la libra, en el que la crisis también empezaba a mostrar sus efectos, Canarias perdió medio millón de turistas británicos, en un año negro para el sector, que se cerró con una caída del 12 % en la llegada de turistas extranjeros.

De los 4.843 millones de euros que los británicos destinan cada año a viajar a Canarias, 3.447 millones los desembolsan en origen y 1.395 millones los gastan directamente en Canarias.

El gasto británico por islas se reparte así: 2.291 millones en Tenerife, 1.261 millones en Lanzarote, 699 millones en Gran Canaria, 535 millones en Fuerteventura y 26 millones en La Palma.

Pero además, en Canarias hay en la actualidad 28.912 residentes empadronados que han nacido en el Reino Unido, la gran mayoría de ellos establecidos en Tenerife (15.300) y Lanzarote (5.812).

En las islas, nueve municipios tienen más de un millar de británicos empadronados: Arona (4.867), Adeje (2.977), Tías (2.113) La Oliva (1.908), Santiago del Teide (1.833), San Miguel (1.814) Antigua (1.688), Yaiza (1.412) y Mogán (1.085).

El peso de los británicos en el patrón es particularmente importante en Santiago del Teide (Tenerife), donde representan el 17,14 % del vecindario; Antigua (Fuerteventura), el 15,13 %; Tías (Lanzarote), el 10,55 %; y Yaiza (Lanzarote), el 8,92 %.

Los británicos se sienten tan cómodos en Canarias, que su primer ministro, David Cameron, ha elegido dos veces en los últimos tres años Lanzarote para pasar en familia sus vacaciones de semana santa. Y disfrutan de tal inmersión, que a veces el Gobierno canario se ha visto obligado a multar a establecimientos de hostelería y ocio que no contaban con ningún dependiente que hablara español.