El Parlamento de Canarias ha respaldado hoy unánimemente el Plan de Salud 2016-2017, una herramienta de planificación del sistema sanitario que será efímera, pues en la práctica solamente abarcará el próximo ejercicio presupuestario, pero necesario para contar con una orientación de la política sanitaria.

En eso han coincidido todos los grupos durante la sesión de la Comisión de Sanidad en la que se ha debatido el informe de ponencia sobre el plan, que ha quedado dictaminado por unanimidad para su aprobación definitiva en el pleno del Parlamento.

Se trata de un plan antiguo, un proyecto iniciado durante el mandato de Mercedes Roldós como consejera de Sanidad y que su sucesora en el cargo Brígida Mendoza (CC) concluyó en 2014, pero sin que fuera tramitado en el Parlamento en la pasada legislatura.

El nuevo titular de Sanidad, Jesús Morera, al considerar que ese plan de 2014 había quedado desfasado, ya había anunciado que comenzaría a trabajar para un nuevo plan de cuatro años que entrará en vigor en 2018.

Pero para que no hubiera un vacío hasta entonces, el consejero prefirió recuperar el de 2014 para que el Parlamento lo aprobara con urgencia antes del verano y que al menos sirviera de herramienta planificadora durante el ejercicio presupuestario de 2017.

Los grupos parlamentarios se han puesto de acuerdo en el contenido de este Plan de Salud de Transición y han aprovechado para actualizar los indicadores e introducir algunas mejoras.

María Elena Luis Domínguez, del grupo nacionalista, explicó que en el trámite parlamentario se han incorporado nuevos indicadores de salud y se han actualizado los existentes, se ha mejorado la participación de las áreas de salud y se han incluido aportaciones como un plan integral de atención mental y un plan de atención a la diabetes.

Iñaki Álvaro Lavandera, del PSOE, consideró que aunque por poco tiempo, es necesario contar con esta "hoja de ruta" para la planificación sanitaria a partir del conocimiento del estado de salud, las tendencias demográficas, la situación epidemiológica y los condicionantes sociales y económicos.

Guillermo Díaz Guerra, del PP, dijo que con esta acelerada aprobación de este buen plan transitorio se corrige la incapacidad de la anterior consejera de Sanidad para impulsar un plan de salud que se encontró prácticamente hecho y señaló que ahora hay que empezar a trabajar en el de 2018 para que no vuelva a suceder una situación como esta.

Juan José Márquez, de Podemos, coincidió en que un plan de salud debe servir para planificar por periodos incluso superiores a una legislatura, pero señaló que ahora es oportuno aprobar este, en el que se ha mejorado la participación de las áreas de salud, aunque debería dotarse con los recursos financieros necesarios.

Para Román Rodríguez, de Nueva Canarias, el plan llega tarde y tendrá una vida corta, pero su grupo ha preferido que se apruebe cuanto antes pese a sus dudas sobre contenidos, procedimientos y falta de ficha financiera, para poder contar al menos con una herramienta planificadora hasta 2018.

Jesús Ramón Ramos Chinea, del grupo Mixto, explicó que la actualización de los indicadores permiten al menos contar con un Plan de Salud para solo año y medio y pidió al resto de los grupos que apoyen su propuesta para introducir la activación de un protocolo de sustituciones temporales en asistencia especializada para que la población no quede sin atención durante las bajas de facultativos, especialmente en las islas periféricas.