Cuando Flávio Furtado quiso estudiar Fisioterapia, hace ya unos cuantos años, se tuvo que mudar a Cuba. Hasta ahora, lo habitual era que la mayoría de los jóvenes de Cabo Verde que querían formarse se trasladaran -antes de la independencia, a Portugal, Brasil y Francia; después, a Cuba y la antigua Unión Soviética-. Eso empieza a cambiar. Hace un año abrió la primera Facultad de Medicina del país para formar a sus propios médicos y evitar que esas becas supusieran, sin querer, un éxodo de talento. Los primeros 25 chicos matriculados en Medicina están estos días en la Universidad de La Laguna (ULL), dentro del programa Campus África, sacándole partido a toda la teoría que han aprendido: están haciendo prácticas de anatomía forense. Sus instalaciones son tan jóvenes que ni siquiera tienen cadáveres.

Uno de ellos es Flávio. Ya tiene 38 años y ha sido jugador de baloncesto con la selección nacional de su país e, incluso, fisioterapeuta del equipo. Pero no se cansa. Cree que esta oportunidad es única y que la colaboración con Tenerife puede ser clave para el desarrollo de los estudios universitarios en su país. "Quiero ser médico deportivo", dice mientras sonríe.

El mismo entusiasmo de los chicos también lo transmitían los profesores de la Universidad de La Laguna que han acogido a estos nuevos alumnos. Herminia Pérez, profesora titular de Anatomía, explicaba ayer algunas nociones básicas a estos invitados, que miraban con curiosidad y admiración los recursos disponibles en el centro. "Su facultad acaba de nacer y tienen muy pocos recursos. Por eso vamos a encargarnos de hacer las prácticas cadavéricas con los chicos; están muy entusiasmados", subraya Herminia.

Los chicos han venido acompañados de Víctor Costa, director de Cirugía del hospital Agostinho Neto y profesor en la facultad de Cabo Verde. "Tenemos que aprovechar este viaje y coger impulso para crear nuestro propio servicio de Anatomía", recalca. La carrera en el país africano dura seis años y una parte está prevista que se curse en Coímbra (Portugal). "Seguimos el mismo plan de estudios". La cercanía geográfica no ha sido suficiente para que Tenerife haya sido antes un destino para esos estudiantes. Campus África puede ser el mecanismo para afianzar esas relaciones y, además, que estos estudiantes vean en La Laguna una posibilidad para perfeccionar sus conocimientos o abordar sus tesis doctorales. En la actualidad, el déficit de profesionales en Cabo Verde -"más de la mitad de los que salen fuera a estudiar no vuelven- se nota en áreas como "Oncología, Neurocirugía, Urología o Enfermedades Tropicales", detalla Costa.

Además de los 25 chicos de primer curso, Campus África también ha becado a 25 médicos más. Ayer, mientras los más jóvenes empezaban a descubrir el interior del cuerpo humano, ellos también aprendían. Hacían prácticas en el Instituto de Enfermedades Tropicales y en varias clínicas privadas de la Isla.

El Gobierno de Cabo Verde sigue dando becas para los alumnos más brillantes, pero no tantas como antes. Ha decidido que quiere cambiar su apuesta por la formación y hacerlo desde dentro, con sus propios recursos, pero forjando redes al exterior. Porque ahí está la clave del desarrollo.