Juan Jesús Pérez es la primera de las 102 personas que en Canarias recibieron un trasplante de páncreas y ayer comentó que 14 años después de ese hecho realiza una vida normal y ha dejado atrás tanto la diálisis como los pinchazos diarios de insulina y el control de glucosa.

Estas manifestaciones las realizó Juan Jesús Pérez en una rueda de prensa para conmemorar que se ha superado el centenar de trasplantes de páncreas en el Hospital Universitario de Canarias (HUC), que es uno de los seis centros de referencia de España para este tipo de intervenciones.

Juan Jesús Pérez indicó que como consecuencia de la diabetes tipo uno que sufría desde niño comenzó a tener problemas en los riñones y entró en lista de espera para un trasplante, en un momento en el que no se realizaban trasplantes de páncreas, pero le propusieron ser el primer paciente de ese tipo de intervención en las islas.

De ese modo el 22 de mayo de 2002, día de Santa Rita, comentó Juan Jesús Pérez, y cuando tenía 33 años, fue trasplantado de hígado y páncreas y dejó a un lado la diálisis, así como los controles diarios de glucosa y los pinchazos de insulina.

En la rueda de prensa participaron el consejero de Sanidad, Jesús Morera; el cirujano Antonio Alarcó; el gerente del HUC en funciones, Gilberto Peñate; el urólogo Tomás Concepción; la nefróloga Lourdes Pérez; el coordinador de trasplantes del HUC, José Luis Iribarren, y el coordinador regional de trasplantes, Vicente Peña.

Todos agradecieron la solidaridad de las personas donantes y de sus familias, y la nefróloga Lourdes Pérez, responsable del programa de trasplantes de páncreas, explicó que en España la enfermedad renal crónica afecta aproximadamente al diez por ciento de la población adulta, a lo que contribuye en gran medida el alto porcentaje de pacientes con patologías como diabetes e hipertensión arterial.

El trasplante de riñón y páncreas es la única forma de que los diabéticos con enfermedad crónica terminal, tipo 1, controlen de forma óptima la glucosa, señaló Lourdes Pérez, quien también señaló que siete años de la intervención en torno al 52 por ciento de los pacientes tienen bien los nuevos órganos.

La esperanza de vida de estas personas aumenta en unos dieciocho años y su calidad de vida mejora de manera "radical", aseguró el cirujano Antonio Alarcó, quien comentó que el primer trasplantado de riñón y páncreas de las islas trabajaba una hora al día y ahora lo hace durante catorce.

Para recibir un doble trasplante hay que sufrir una diabetes tipo 1, tener menos de 50 años, no tener problemas vasculares del corazón ni enfermedades vasculares en las piernas, y no tener un excesivo riesgo de rechazo.

El coordinador regional de trasplantes, Vicente Peña, destacó que en un trasplante participan entre 80 y 100 personas, ya que es preciso tener en cuenta tanto a los agentes de la guardia civil, como a telefonistas, pilotos, celadores y al resto de profesionales sanitarios.

Vicente Peña también indicó que en Canarias hay siete personas en lista de espera, de las que cuatro lo están para el doble trasplante reno páncreas.