No está claro si se llamará plan o estrategia, pero la finalidad será la misma: abordar la diabetes de manera integral para mejorar la calidad de vida de los afectados e ir reduciendo su incidencia entre la población. La Consejería de Sanidad está trabajando en una hoja de ruta específica para abordar esta enfermedad, que en Canarias tiene una incidencia cuatro puntos superior a la del resto del país.

Ricardo Redondas, director de Salud Pública, cree que la alta prevalencia de esta dolencia exige que la Administración centre sus esfuerzos en diseñar una actuación específica. "No sabemos aún si será un plan o una estrategia, pero sí que hay que abordarlo de manera individual", dice. Una de las novedades que se quiere introducir es la subvención de dispositivos electrónicos para medir la glucosa. Ahora mismo, una comisión estudia el coste y los potenciales beneficiarios. La idea es destinar los medidores más económicos a los pacientes con menos complicaciones, mientras que los más precisos serían para los que tienen más problemas. La fórmula que se baraja es que la aportación de las familias varíe según sus ingresos.

"A pesar de que el Ministerio ha manifestado que no son coste efectivo, es decir, que no estaría justificado sufragarlos, Canarias está evaluando bien a quién se le debe dar. Queremos tirar para adelante con eso".

La Asociación de Diabetes de Tenerife (ADT) ha solicitado esta medida para los menores de 16 años, que ahora mismo tienen que interrumpir el sueño cada noche para comprobar si su nivel de azúcar en sangre es el adecuado y evitar sufrir un coma diabético.

Esta entidad también ha demandado en varias ocasiones la elaboración de un plan integral para abordar esta dolencia, consensuado y elaborado por todos los agentes implicados en la diabetes -profesionales sociosanitarios, representantes de pacientes y técnicos de la Administración- y en el que se indiquen las pautas adecuadas a seguir para la prevención de la diabetes tipo 2, la detección precoz, los tratamientos y la atención de complicaciones crónicas. Asimismo, ha solicitado que se revise y se cumpla lo acordado para Canarias en el marco de la Estrategia en Diabetes del Sistema Nacional de Salud. "Las personas que tienen diabetes tienen más probabilidades de tener problemas de tipo cardiovascular", admite Redondas.

Es difícil cuantificar cuánto dinero debe invertir la Administración para tratar esta dolencia porque, además de los gastos directos, habría que contabilizar toda la inversión adicional como consecuencia de las complicaciones derivadas de la propia diabetes. "En retinopatía estamos llegando mucho antes y mejor. Sin embargo, en las dolencias que afectan al riñón tenemos bastantes problemas. Estamos trabajando en eso de manera intensa, pero ahora mismo es un problema", concluye.

Mil menores con diabetes tipo 1

La Consejería de Sanidad coincide con los cálculos de la Asociación de Diabetes de Tenerife, que cree que alrededor de mil menores de 16 años tienen diabetes tipo 1. "Es complejo tener una cifra concreta por dos motivos: porque no hay un registro específico sobre la población con esta enfermedad en edad pediátrica, y porque la edad cambia y las cifras van fluctuando", explica el director general.

La importancia de la genética

"En Canarias hay un componente genético importante que explica la incidencia de la diabetes. Estamos en islas y nos casamos entre nosotros. En la Península eso pasa menos. Allí la incidencia de la diabetes está entre un 10% y un 11% y aquí en 14%", estima Redondas. En relación al número de personas sin diagnosticar, esta Dirección General no comparte los cálculos de la ADT. "Nuestra impresión es que el número de diabéticos no diagnosticados tiene que ser escaso porque en las analíticas rutinarias siempre se pide glucemia", dice.

Problemas en el HUC con las bombas de insulina

"Hay un problema en el Hospital Universitario de Canarias: solo hay un pediatra endocrino y las valoraciones sobre si procede o no colocar una bomba de insulina tardan más", reconoce. No obstante, recalca que las peticiones de bombas de insulina, que se colocan en las Islas desde hace cuatro años, "se aceptan todas". "Yo soy el encargado de firmar su autorización y las firmo todas", asegura. Redondas cifra en un centenar las bombas de insulina que se han colocado en el último año y asegura que no hay "discriminación" por provincias.