Más de 12.400 personas obtuvieron en 2013 el acceso a la nacionalidad española en Canarias al demostrar su arraigo en el país. Solo dos años después, la cifra cayó a algo más de 3.400. Los datos de la Secretaría General de Inmigración y Emigración constatan que las nacionalizaciones por residencia se han desplomado en toda España -de 261.000 a 78.000- después de los registros récord alcanzados en 2013, cuando el Ministerio de Justicia puso en marcha un plan dirigido a desbloquear los miles de solicitudes que entonces se acumulaban.

El descenso que se ha producido en el Archipiélago coloca la cifra de 2015 como la más baja desde 2006, cuando apenas se concedieron 2.900 nacionalizaciones. Lo que no ha cambiado es la tendencia entre provincias: los procesos de acceso a la nacionalidad son siempre superiores en la provincia de Las Palmas. Como ejemplo, los datos del último año contabilizado: 1.902 concesiones en la demarcación oriental y 1.537 en la occidental.

La nacionalización por residencia es el procedimiento más habitual para que los inmigrantes se conviertan en españoles. Permite obtener la nacionalidad a quienes acrediten haber residido en España durante diez años de forma legal, un requisito que se reduce a dos años en el caso de los latinoamericanos y solo uno para los nacidos en el país o casados con un español. Las nacionalizaciones tras dos años de residencia son las más numerosas en todas las regiones, salvo Ceuta y Melilla, lo que pone en evidencia la importancia que tiene la inmigración de origen iberoamericana.

En el caso de Canarias, siete de cada diez personas que se nacionalizaron en 2015 habían nacido en América Central y del Sur. Colombia y Cuba fueron las procedencias más frecuentes.